No Place Like Home 4: Face The Music When It's Dire

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**Notas de traducción al final del capítulo.




Afronta Las Consecuencias Por
Terribles Que Sean


Wally se despertó con la cara pegada al frío cristal de la ventana. Tenía los brazos cruzados sobre el pecho, el cinturón de seguridad doblado en un ángulo extraño debajo del brazo y sus largas piernas dobladas en el estrecho espacio a sus pies. El sonido de una bomba empezando a trabajar afuera y el tintineo de la tapa de la gasolina en el costado del auto lo sacaron lentamente de su sueño atontado. Cuando abrió los ojos se encontró con un cielo índigo obscuro, las estrellas se asomaban por encima, siendo lentamente ahuyentadas por el toque de luz llegando desde el este. Las luces del techo de la gasolinera eran de color blanco fluorescente. Wally parpadeó lentamente y se frotó la cara para recuperar algo de sensación.

Mientras se erguía en su asiento, su mirada se dirigió al espejo lateral donde captó el reflejo de una chaqueta de cuero con las mangas arremangadas y un antebrazo sosteniendo la bomba de gasolina en su lugar. Wally se giró en su asiento y vio a Dick parado al lado del auto. Su cabello todavía estaba un poco húmedo por la ducha de esa mañana.

Esa mañana se había despertado con el sonido de la ducha en el baño contiguo. Afuera aún estaba obscuro y, desde la rendija de la puerta del baño, un rayo de luz amarilla caía sobre las sábanas. Wally recordó, con una especie de semi-conciencia aturdida, cómo se había levantado y se había lavado el rostro, cómo Dick lo había convencido para que se vistiera y cómo él había llevado sus maletas hasta el auto. Recordaba el auto saliendo a la carretera, las luces de la ciudad y las señales de la autopista desdibujadas mientras se desplomaba contra la ventana y se quedaba dormido.

Con un largo estiramiento, en el limitado espacio que tenía, Wally sacudió la cabeza en un lastimero intento por despertar un poco. Intentó tragar un bostezo, pero se dio por vencido y se tapó la boca con la mano mientras escapaba. Al mirar por el espejo lateral, Wally descubrió que Dick se alejaba del surtidor y, con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta y la cabeza agachada para protegerse del fresco viento matutino, se dirigía adentro para pagar. Tenían un largo día por delante y Wally ya estaba exhausto. Su estómago rugió violentamente... tal vez esa fuera la razón.

Dick regresó varios minutos después, gruñendo mientras entraba al auto con dos vasos de café y una bolsa de plástico en el brazo. Wally tomó su café y lo colocó en el portavasos para poder quitarle la bolsa a Dick y dejar que se acomodara dentro del auto. En la bolsa había una variedad de papas fritas, pretzels, barritas energéticas, palitos de cecina, bebidas deportivas y pésimos sándwiches de gasolinera, con todo y sus envoltorios de plástico.

—Supongo que eso te mantendrá ocupado por un tiempo, —dijo Dick mientras colocaba su café en el otro portavasos.

Wally sonrió mientras sacaba un sándwich de pollo de aspecto cuestionable y le quitaba la envoltura. —Eso me suena como un desafío, —dijo al dar el primer bocado. Dick se limitó a poner los ojos en blanco, extendió la mano sobre el asiento y la metió a la bolsa que, vale la pena recordar, todavía estaba en el regazo de Wally. Dick le lanzó su propia sonrisa traviesa mientras buscaba otro sándwich. Para cuando estuvo sentado y dándole un mordisco a uno de jamón y queso, Wally ya tenía la cara roja y mejor dejó rápidamente la bolsa en el suelo a sus pies.

Wally se aclaró la garganta. —¿Bueno y dónde estamos?

Dick tomó unos cuantos bocados más, mientras le resultaba más fácil, seguidos de un sorbo de café para pasarlos, antes de dejar el sándwich en su regazo y girar la llave en la ignición.

Watercolour [Birdflash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora