Watercolour [Birdflash]

But I'd Rather Melt You

Nota de la traductora: Este es comouna pequeña secuela de Snowflakes Melt Too, así que tal vez quieran refrescar su memoria y volver a leerlo jeje

Pero Yo Prefiero Derretirte A Tí

Al salir a la frígida calle de Bludheaven, Dick ajustó su bufanda alrededor de su cuello. Balbuceando un rápido gracias a Wally por mantener la puerta abierta, ajustó la bolsa de plástico que tenía colgando del brazo y esperó a que su pareja caminara junto a él. Dejaron atrás los colores brillantes de la ventana de exhibición de la tienda de juguetes y finalmente, después de horas de compras, se dirigieron a casa.

—Muy bien, eso quita a Dawn y Donny de la lista, —comentó Dick. Les habían comprado a los gemelos un par de ositos de peluche luminosos que cantaban. Al parecer interactuaban entre sí, o algo por el estilo, al ponerlos uno cerca del otro, así que suponía que a los niños les parecería divertido—. Eso sólo deja a... quién, ¿Bruce?

—Eso creo, —gruñó Wally mientras balanceaba una caja bajo su brazo. Bruce siempre era el último regalo que compraban, incluso antes de que Wally... desapareciera. El problema radicaba en pensar qué comprarle a un hombre que podía comprarse cualquier cosa—. ¿Podríamos intentar llevar a todo el clan Wayne a esa cabaña de esquí un fin de semana después de Año Nuevo? Creo que eso le gustaría. Quiero decir, ya es el dueño, así que técnicamente no va a pagar.

—Probablemente tengamos que hacer que los chicos firmen un contrato diciendo que se van a comportar, —dijo Dick riendo por lo bajo—. Pero sí, podemos proponer esa idea. Sé que Tim y Cassie van a estar dispuestos, pero tendríamos que convencer a Jay y a Damian. Podría ser algo agradable.

—Oh, —Wally se animó—, casi lo olvido, tenemos que comprar algo para el intercambio de regalos. — En lugar de que todos los adultos se compraran regalos unos a otros, la familia West hacía un juego de intercambio todas las Navidades. Cualquier pareja participante compraba un regalo genérico y todos intercambiaban y robaban a los demás por turnos hasta que todos acababan con algo. Era un poco caótico, y para cuando lo hacían todo el mundo solía llevar ya unas cuantas copas de vino encima, pero era divertido. Este sería el primer año que Wally y Dick jugarían. Dick ya había ido una vez a la Navidad de la familia West (de nuevo, antes de la desaparición de Wally), pero en ese entonces no los habían incluido. Afortunadamente, ahora la mayor parte de la familia de Wally se había acostumbrado a Dick. Al menos su padre lo había hecho, y aunque había algunos tíos y tías con los que no se llevaban bien, Dick y Wally se sentían un poco más cómodos este año.

—Mierda, es verdad, —maldijo Dick—. Uuuhhhh ¿qué tal una Keurgig*? La gente se vuelve loca por esas cosas.

—Está bien, pero yo me la voy a robar, —sonrió Wally.

Dick le dio un empujoncito con la cadera. —No puedes irte con tu propio regalo. Eso anula todo el propósito.

Wally le devolvió el empujón. —Propósito schmurpose*. Esas cosas hacen café con sabor a Cinnabon. No hay ninguna regla.

Como respuesta a eso, Dick sólo pudo soltar una carcajada. Saliendo de la calle principal, se dirigieron a la parte antigua de la ciudad. Las calles eran más estrechas y los altísimos edificios estaban más juntos, desde las viejas estructuras de ladrillo hasta los rascacielos cada vez más altos. La nieve amontonada entre las aceras y las carreteras ya no era de un blanco inmaculado como cuando acababa de caer. Estaba gris por el barro y los gases de escape de los coches que pasaban, no era exactamente la pintoresca escena de Keystone de hacía tantos años. Dick no estaba seguro de si había hecho esa comparación conscientemente o no, pero no podía evitar dejarse llevar por el recuerdo. En muchos sentidos, había pasado toda una vida desde entonces