No Hay Ningún Camino De Ladrillos Amarillos Para Regresar
Cuando corrieron para cruzar el lote desde el restaurante hasta el motel la lluvia caía con fuerza. Wally le quitó la chaqueta de cuero a Dick y la sostuvo en alto sobre sus cabezas mientras corrían por la acera, pero aun así hizo poco para mantenerlos secos. La noche estaba completamente obscura, la luz de las ventanas del restaurante y la parpadeante lámpara enmarcaban el aguacero. Había una distancia corta desde la puerta del restaurante hasta el vestíbulo del motel, pero cuando entraron ambos estaban completamente empapados. Su recipiente para llevar con los restos del pay de crema de azúcar fue, por supuesto, lo único que permaneció remotamente seco porque obviamente tenían claras sus prioridades.
Para sorpresa de ninguno de los dos, no fue muy difícil conseguir una habitación. Parecía que había algunos otros viajeros tomando un descanso de la interestatal debido al clima, por otra parte, los pocos autos en el estacionamiento probablemente sólo estaban allí para cenar. Después de pagar por la noche Dick recibió la llave, con todo y el número de habitación atado con una cadena y escrito con marcador negro en la capa de un juguete de Batman. Al menos era lindo, Dick tuvo que luchar sólo para mantener la cara seria mientras Wally se daba la vuelta y se reía con el puño en la boca. Una mirada detrás del escritorio reveló una serie de llaves similares, todas colgadas en un tablero en la pared, con varios miembros de la Liga de la Justicia desfigurados con marcador.
Dándole las gracias al empleado de la recepción, a pesar de la expresión aburrida y ligeramente molesta que estaban recibiendo, Dick tomó la llave y se dirigió hacia el pasillo que les indicó. Tan pronto como doblaron la esquina, Dick miró con el ceño fruncido el juguete de Cajita Feliz que colgaba de la cadena en su mano. Lo levantó con un puchero desdeñoso. —¿Por qué tenía que ser Batman? —gruñó.
Wally le quitó el juguete de la mano, agarrando con ello la llave. Tomó el extremo con la llave, haciendo girar a Batman alrededor de la cadena en círculos salvajes. —¿Acaso tienes algo en contra del Justiciero Enmascarado?
Dick hizo una mueca, estirando el brazo y tratando de agarrar la llave solo para que Wally retirara su mano en el último momento con un chasquido de su lengua. —Para nada, —Dick puso los ojos en blanco.— Simplemente admiro la ironía.
—No tengo idea de lo que estás hablando, babe, —sonrió Wally. Doblaron la esquina al final del pasillo y se detuvieron en un pequeño corredor sin salida. Wally atrapó con su otra mano la figura de Batman en pleno movimiento, leyendo el pequeño número garabateado en la parte posterior antes de dirigirse a la puerta correspondiente. La cerradura estaba más que un poco rígida, y Wally necesitó más esfuerzo del que debería para finalmente abrirla. Dick no fue de ninguna ayuda, prefiriendo recargarse contra la pared con los brazos cruzados y reirse disimuladamente como un idiota. Con una mirada furiosa por encima del hombro, una vez que logró girar la llave, Wally abrió la puerta y entró.
Era una habitación de motel. Realmente no había mucho más que decir. Sin sobresaltos, sin sorpresas. La alfombra era de un color amarillo mohoso, el papel de la pared tenía motivos florales y estaba agrietado, y los muebles no habían sido renovados en décadas. Sin embargo, la ropa de cama estaba limpia, no había señales de infestación de insectos y toda la habitación olía levemente a desinfectante, por lo que, en general, era casi mejor de lo que Wally había esperado para un motel interestatal en medio de la zona rural de Indiana. Se quitó los zapatos en la puerta, dejando que Dick hiciera lo mismo mientras caminaba hacia el pequeño mueble de televisión frente a la cama. Había un control remoto en la mesa junto a una pequeña hoja laminada con los canales, pero un clic en el botón de encendido confirmó que no funcionaba. La televisión en sí tenía un dial para cambiar los canales.
ESTÁS LEYENDO
Watercolour [Birdflash]
FanfictionEsta historia cuenta la relación de Dick Grayson y Wally West; desde que eran unos niños idealistas, unos adolescentes atontados, y hasta los hombres adultos que tienen el peso del mundo sobre sus hombros. Ellos pueden con todo lo que la vida les po...