Au Revoir

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Au Revoir



En realidad nadie se sorprendió cuando Dick dijo que iba a mudarse. Bueno, mudarse en un sentido vago. Había estado pasando la mayor parte de su tiempo entre California, La Cueva y Gotham, básicamente viviendo a la deriva por el último año y medio. Tenía ropa en el departamento de soltero donde vivía Wally a las afueras de Stanford, y con el tiempo había empezado a ayudar con las cuentas y esas cosas. Pero ese no era el punto.

El departamento que compartía con Wally estaba demasiado lleno de... bueno, de Wally. Muy pesado con su ausencia. Así que iba a regresar a Gotham. No era exactamente las calles limpias de Palo Alto, pero necesitaba un cambio, y Gotham era lo más cercano a un hogar que le quedaba. Por insistencia de Bruce, viviría en la Mansión de nuevo, hasta hacer nuevos arreglos. No debería estar solo en estos momentos.

Así que, con una mudanza venía la llamada obligatoria a sus amigos para que vinieran a ayudar. Dick le prometió coca-cola y pizza a cualquiera que viniera a ayudarlo a empacar, aunque no es que ellos necesitaran muchos incentivos. A pesar del pesado ambiente que sin duda eso conllevaría, no iban a dejar que Dick cargará con la tarea de buscar entre las pertenencias de Wally él solo.

Esa fue la cadena de eventos que llevaron a Artemis a jalar a Barbara dentro de su habitación después de una larga misión una noche. El zumbido siempre presente de La Atalaya parecía gruñir con más fuerza a cada segundo que pasaba, mientras los integrantes del Equipo se retiraban después de su junta de informes dirigiéndose a los tubos zeta uno por uno. Jalando a la chica pelirroja por el pasillo y dentro de la habitación que compartía con Zatanna, cerró la puerta tras de ella y se quitó la máscara. Barbara, quien solo se había resistido el mínimo hasta ahora, finalmente liberó su mano y se cruzó de brazos.

一¿Qué estás haciendo? 一preguntó Barbara.

Artemis se tomó un momento, se sentó en la orilla de la cama con suspiro titubeante. La habitación estaba lastimeramente vacía, era un gran contraste con los cuartos que habían tenido por años en la cueva. Ya nada parecía familiar... y eso que Artemis no era realmente una persona sentimental. Dejó que su máscara colgara entre sus dedos.

一Necesito tu ayuda con algo.

La expresión de Barbara pasó de un poco molesta a preocupada. Elevó una mano para quitarse la capucha. 一¿Está todo bien?

Al principio Artemis no estaba segura de cómo responder. Nada estaba bien, pero tenía la sensación de que Barbara se refería a bien en términos menos amplios. 一Si, estoy bien, es solo... un favor, supongo. ¿Vas a ir al departamento de Dick y Wa...? digo, vas a ayudar a Dick con la mudanza el Sábado, ¿verdad?

Barbara asintió. 一Si. ¿Tiene que ver con todo esto?

一De cierta forma, 一contestó Artemis. Cuando alguien pasó junto a la habitación, vaciló por un momento, sus ojos se desviaron hacía el halo de luz que entraba por debajo de la puerta. El mismo Dick había tomado un permiso para ausentarse del Equipo después de lo que le había pasado a Wally. No había peligro de que él las oyera. Aún así, esto no era algo que ella quisiera que alguien más escuchara.一 Mira... durante la Invasión, cuando Wally y yo estábamos en París...

Los tornados tocaban el suelo como si fueran los dedos torcidos de las nubes de tormenta, arrasando a través de la tierra. El viento era un rugido en sus oídos, azotando sus caras hasta que su piel quedó en carne viva. Aún así, el dúo siguió luchando. Wally, oxidado por el tiempo fuera del campo, pero sin embargo listo, corrió serpenteando para alejar a los drones enemigos de Artemis, quien estaba disparando incontables flechas a la tecnología alienígena. Un dron giró en el aire y disparó un rayo, sólo falló por poco. Un camión que estaba detrás de la arquera explotó, atrapándola en la onda, pero Wally estaba allí para atraparla antes de que el fuego pudiera golpearla.

Watercolour [Birdflash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora