•Vida con Jack Frost• | Jack Frost

D i e c i s i e t e

Has estado ayudando a Santa a prepararse para la navidad. Los elfos hacían lo posible para fastidiar a los yetis mientras trabajaban, lo que te hizo reír. De repente, oíste al joven guardián gritar tu nombre, y apareció volando segundos después.

- ¡_!- Grito preocupado y tú te soltaste a reír. Jack se limito a fulminarte con la mirada mientras volaba hacia ti- ¡Te he estado buscando por todos lados!- Grito frenéticamente, mientras tu acariciabas sus pálidas mejillas, lo que le hizo calmarse.

- He estado ayudando aquí y ¡es muy divertido!- Dijiste con emoción. Él sonrió y te pellizcó la nariz suavemente antes de volver a su trabajo.

Sandy llegó y los llamó a ambos para el desayuno. El joven guardián te cargo y voló hacia el comedor. Cuando llegaron viste los otros guardianes allí, esperando. Todos se sentaron y la comida, traída por los elfos, apareció enfrente de ustedes. Después de comer, Norte propuso salir a jugar antes que te fueras y tú aceptaste alegremente. Santa te dio ropa de invierno y te la pusiste antes de salir.

- ¡Esta haciendo frio!- le gritaste al espíritu del invierno al sentir el frio congelando tus huesos.

- Es porque estás quieta-dijo con una risa y pellizco tu nariz. Jack se aparto y cogió un poco de nieve, para después hacerla una bolita. Tú abriste los ojos con miedo al darte cuenta de lo que tenía en mente.

- ¡Oh no, no, no!- Le gritaste, pero él no te hizo caso. Se está preparando para lanzar la bola de nieve y te echaste a correr.

- Mira a Sandy. Él no tiene frio como ustedes- Jack dijo en voz alta y se echó a reír cuando el Hombre de Arena se quedó atascado en la nieve y Norte trató de ayudarlo, pero en lugar de eso quedó atascado también.

- ¿No crees que deberías ayudarles en vez de reírte de ellos?- Le dijiste con una sonrisa.

- ¡No!- El espíritu de invierno gritó y miró como lo fulminaste con la mirada. De repente, le tiraste una bola de nieve que le golpeó justo en la cara. Su risa desapareció y comenzó a perseguirte. Después de unos minutos de correr, te detuviste, pero el espíritu del invierno no lo hizo.

- No quiero jugar más... necesito descansar- Dijiste con una sonrisa mientras recuperabas el aliento-

- Oh, no... ¡Tu seguirás corriendo!- gritó con fiereza. Te paraste frente a él y le diste un rápido beso, lo que hizo que la bola de nieve que estaba sosteniendo en sus manos, se le cayera.

- Ni modo, tendrás que aceptarlo- Dijiste con una sonrisa mientras mirabas la cara de Jack. Después, fuiste a sentarte en la roca en la que Bunnymund estaba- Hey... ¿por qué no te unes?- Preguntaste al conejo de Pascua inocentemente y miraste a sus ojos verdes.

- No me gusta la nieve, _- Dijo tímidamente y te dio una sonrisa amable- ¿Qué hay de ti?- Pregunto Conejo mientras miraba a Jack riéndose de Santa y Sandy, que aun seguían atorados en la nieve.

- Sólo estoy descansando, después de que Jack me persiguiera por una media hora- Susurraste con tono divertido, y a la vez enojado.

El joven guardián siguió riéndose de sus compañeros guardianes mientras les aventaba bolas de nieve.

- Se ve patético...- Murmuró Bunny con una sonrisa extraña.

- ¡Ya basta, Jack!- Norte gritó mientras sostenía a Sandy y evitaba que se hundiera de nuevo- ¡Te lo he repetido muchas veces!- Grito enojado.

El guardián de la diversión camino junto a ellos una vez que lograron mantenerse estables, trataba de no reír, pero le resultaba imposible no hacerlo cada vez que los veía.