V e i n t i t r é s

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Después de la escuela, fuiste a toda prisa a tu casillero y tomaste bruscamente los libros que necesitarías, mientras metías los otros a toda prisa, sin importarte como quedaban acomodados. Saliste de la escuela y viste al joven guardián esperándote bajo un árbol grande.

Tu rostro se ilumino y rápidamente corriste hacia el espíritu del invierno. Jack te abrazó con fuerza y te besó en la frente al llegar a él.

- ¿Listo?- Preguntaste con entusiasmo.

- No realmente- Contesto el espíritu del invierno, aunque no te importo que Jack se sintiera nervioso, ya que los arrastraste hasta el centro comercial, sin hacerle mucho caso.

Mientras buscas ropa para tu novio, el joven guardián dio una vuelta por el centro comercial mientras volaba. Él giro en el aire y miro el interior de las diferentes tiendas, con curiosidad. Después de unos minutos, le llamaste al celular y el fue hasta a ti. Lo primero que hiciste fue comprarle unos zapatos, después fuiste a la tienda de ropa.

- Prueba con esto- Le dijiste entusiasmada, pero después te diste cuenta que la gente se te quedaba mirando raro, ya que para ellos no había nadie contigo- Hay gente aquí...- Susurraste- No quiero que piensen que estoy loca- Agregaste mientras te sonrojabas.

Jack se echó a reír y te miro divertido, aunque pudiste notar un aura diferente alrededor del chico. Él te dio su bastón y fue a probarse la ropa que le habías escogido. Después de unos minutos salió y te has diste cuenta que unas niñas se le quedaron viendo, pero ciertamente era imposible no mirarlo, ya que se veía endemoniadamente guapo.

Sonreíste y examinaste al joven guardián, de pies a cabeza- No, no me gusta. Espera, voy a buscarte mas ropa- Le dijiste a Jack, quien te sonrió mientras se veía al espejo. "Demasiado hippie, horrible, no me gusta, no te hace justicia, sigue sin gustarme" esas fueron las frases que soltaste durante más de media hora, después de que el joven guardián se hubiera probado mas de 10 conjuntos. Finalmente, encontraste la ropa perfecta y le ordenaste que se la pusiera. Una vez que salió, notaste que unas cuantas chicas, de unos doce o trece años, se le habían quedado mirando a Jack con ojos soñadores.

- ¿Cómo me veo?- Pregunto Jack mirando la chaqueta que le habías escogido. Tu solo asentiste con la cabeza, mientras te sonrojabas un poco.

- Guapo- Susurraste. Le diste sus zapatos y él se los puso mientras pagabas otro conjunto de ropa que le habías comprado. Camino hacia un espejo y observo su nueva ropa, hasta que se dio cuenta de que unas chicas lo observaban coquetamente.

- ¿Por qué me ven así?-

Tú sonreíste y susurraste en su oído- Porque te ves demasiado atractivo.

El joven guardián paso una mano por su cabello y se dio cuenta de que otro grupo de chicas le estaban sonriendo- ¿Podemos irnos de aquí?- Pregunto irritado, mientras tomaba su bastón.

Tu y el joven guardián salieron de la tienda, pero al parecer les fue peor mientras caminaban por los pasillos, ya que las chicas no dejaban de sonreírle y los chicos mirarlo furtivamente.

- Es mi pelo ¿no? -Preguntó Jack mientras la gente seguía mirándolo como si se tratase de un bicho raro.

- Sí... y tu bastón..- Susurraste- Creo que tenemos que comprarte un tinte para el cabello-

Fuiste al salón de belleza y compraste un tinte castaño temporal que coincidía con las cejas del espíritu del invierno. Después, mientras comían en tu restaurante de comida rápida favorito, el joven guardián se sintió incomodo con las miradas de los demás.

- Vamos a volar de vuelta a tu casa. No quiero tomar el metro o transporte alguno- Dijo Jack tratando de hacer caso omiso a la gente a su alrededor.

Después de las compras, los dos fueron al estacionamiento del centro comercial y buscaron un lugar donde nadie podría verlos, para que así el espíritu del invierno pudiera cargarte y llevarte volando de vuelta a tu casa.

Al llegar, te fuiste a cambiar de ropa, pero no tardaste demasiado ya que aun había cosas por hacer.

- Gracias, _- Dijo Jack con una dulce sonrisa cuando bajaste de nuevo a la sala. Te acercaste a él y le diste un fuerte abrazo.

- ¡Anda, ve y ponte la ropa que compre!- Le dijiste con entusiasmo.

El joven guardián te dio su bastón y fue a tu cuarto a probarse su nueva ropa. Subiste las escaleras después de unos minutos y tocaste la puerta, esperando que tu novio hubiera terminado de cambiarse.

- ¡Adelante!- Jack gritó. Entraste en la habitación y lo viste mirándose en el espejo.

- Wow- Te dijiste a ti misma, mientras mirabas tu guapo novio. De repente se quitó la camisa y te cubriste los ojos bruscamente. El joven guardián soltó una risita mientras te veía a través del espejo

- ¡Ya está! -gritó alegremente cuando se hubo puesto la sudadera.

Lentamente bajaste las manos y tus mejillas se volvieron de color rojo oscuro. Miraste a Jack, que te observaba detenidamente con un brillo en los ojos.

- ¿Qué?- Le preguntaste con curiosidad mientras te sonrojabas más de la cuenta. Te acordaste de su pelo y lo arrastraste escaleras abajo, donde preparaste el tinte marrón para su cabello-Quédate quieto- Dijiste. El joven guardián cerró los ojos mientras le pones el tinte en el pelo. Después de unos minutos, acabaste con el espíritu del invierno y lo dejaste mirarse al espejo.

- No está mal...- Murmuró con una sonrisa- Me gusta-

Sonriendo, le abrasaste por detrás y verificaste todo su vestuario- ¿Qué voy a hacer mientras tus padres están en casa?- El joven guardián pregunto- ¿No podre verte durante tres días?-

- Es obvio que no puedes quedarte y ser invisible hasta que mis padre se vallan- Reflexionaste mientras acariciabas lo hombros del espíritu del invierno.

- Bien...lo supuse...-

Te reíste y le diste un suave beso Jack. Cuando sus labios se separaron, él volvió a mirarse al espejo y pasó sus dedos por su pelo.

Después de la cena, te acostaste en la cama y Jack se quito su ropa nueva, para cambiarla por la vieja.

- Estoy nervioso...- Dijo Jack rompiendo el silencio en la habitación. Te acercaste a él y cepillaste su ahora café cabello. Sentada al lado del joven guardián, Jack te miro con sus ojos de color azul claro mientras sonreía.

- Solo intenta ser normal- Sugeriste.

- No sé cómo ser normal, _- Susurro, tomando una de tus manos- ¿Y si tus padres me preguntan de dónde vengo y a dónde vivo? ¿Qué voy a decir?- Pregunto con inquietud. Tomaste tu computadora y buscaste un poco de información para ayudar al joven guardián.

- Aquí... lee esto un par de veces. Haremos una identidad falsa para mis padres, si ellos te preguntan algo, respóndeles con esta información.

Le has estado explicando cómo tiene que comportarse y los detalles que tendrá que aprenderse. Dieron las diez de la noche cuando terminaron y tenias escuela al día siguiente, por lo que te acostaste y terminaste por dormir en pocos minutos.

Sin embargo, el joven guardián se quedo despierto toda la noche, leyendo artículos en internet y memorizando unos cuantos detalles que le sirvieran de algo.

Tu despertador sonó a la mañana siguiente, y tu alarmada, te incorporaste de un salto y soltaste un improperio al darte cuenta de que solo era la alarma. Mientras limpiabas tu cara, viste al joven guardián, que se había quedado dormido enfrente del ordenador. Sonreíste con ternura y caminaste hacia él, para darle un beso de buenos días.

•Vida con Jack Frost• | Jack FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora