Tren

1.1K 99 7
                                    

El sonido del movimiento del tren más los sonidos de la naturaleza eran la perfecta combinación de una tarde pacífica y romántica. Los Subway Surfers se hallaban de camino a su próxima ciudad en donde pasarían su famoso "World Tour", de todos los integrantes quiénes más destacaban eran el líder del equipo junto con su pareja.

La sorpresa acerca de esa relación fue realmente inesperada para el resto del equipo, sobre todo por la actitud opuesta que representaban ambos.

Jake era cálido, amable, infantil y extrovertido, mientras Frank era frio, serio, maduro e introvertido.

Claramente eran opuestos, pero la física no mentía diciendo sobre que estos podían atraerse.

Además, luego de haber pasado muchas cosas juntos, fue evidente que esa extraña "amistad" terminaría en algo más.

Luego de 6 años de verlos juntos, todos los del equipo, excepto por los nuevos integrantes, ya se habían acostumbrado a verlos juntos en cada viaje que hacían a una nueva ciudad.

Ese nuevo viaje no fue la excepción, Jake se hallaba en el asiento de la ventana, mientras Frank se hallaba en el otro extremo. El más pequeño de los dos finalmente termino por dormirse sobre el hombro del más alto luego de haberse desvelado por la organización del viaje.

Por su parte, Frank cuidada el sueño de Jake, procurando que nadie lo despertara a menos que fuera para una situación muy grave.

En un momento del viaje, Frank dejo de sentir el peso que tenia encima de su hombro, por lo que volteo hacia aquella dirección, encontrándose con un soñoliento Jake.

­—¿Ya llegamos? —preguntó Jake mientras se frotaba un ojo con cuidado.

—Aun no —respondió Frank con su típica voz profunda.

—¿Cuánto tiempo llevo dormido? — preguntó el de ojos avellanas luego de haber soltado un bostezo.

—Podría decir que desde que el tren comenzó a avanzar— Frank sonrió un poco al ver la sorpresa plasmada en el rostro del menor.

—No puedo creerlo— chilló algo frustrado—. Lo siento, Frank. Seguramente te cause alguna incomodidad mientras dormía.

­—Oh, créeme que no lo hiciste.

La sonrisa que Frank le dio fue sincera y suficiente para hacerlo sonreír también, podía ser que Frank no demostrara sus sentimientos tan libremente como Jake lo hacía, pero cuando había momentos así, lo único que Jake podía hacer era disfrutarlos mientras duraban.

De manera inconsciente, sus rostros se acercaron hasta casi rozar sus labios, olvidando por completo la gente a su alrededor y el lugar en donde se encontraban, estando solo ellos dos.

Jake se ruborizó, sintiendo la respiración de Frank muy cerca de su la suya y sin previo aviso, sus labios se hallaban en contacto con un dulce beso.

Ambos no eran de esas parejas que demostraran su cariño a cada momento, pero eso no significaba que no se amaran, simplemente disfrutaban de su privacidad para realizar esas acciones.

El beso continuó siendo delicado hasta que Jake envolvió sus brazos alrededor del cuello de Frank, atrayéndolo más hacia él.

Terminaron por separarse al verse necesitados por aire para sus pulmones, las mejillas de ambos estaban rojas, siendo más notables las mejillas del menor de la relación.

­—Creo que fuimos un poco lejos —susurró Frank viendo como Jake trataba de ocultar su rubor.

—S-solo un poco —Jake asintió desviando su mirada hacia la ventana del tren.

Gracias a eso recordó en donde estaban, por lo que un poco alarmado miro a su alrededor, viendo como sus amigos y compañeros de equipo se encontraban cada quién entretenidos con sus asuntos.

—Menos mal nadie nos vio —suspiró Jake, calmándose un poco—. No estoy de humor para dar explicaciones.

—Jake —Frank lo llamó y Jake de inmediato lo miro—. No necesitas darle explicaciones a nadie, si alguien no esta de acuerdo con nuestra relación, es su problema, no tiene por qué ser el nuestro.

—Lo sé, pero... me asusta —Jake aclaró con sinceridad—. No todos van a estar de acuerdo de que seamos pareja.

—Jake, mírame —Frank le pidió, tomándolo del mentón para que lo mirara—. Nunca debes permitir que nadie te diga que hacer, mucho menos que te obliguen a salir con alguien que no quieras, tu vida te pertenece, es tuya y solo tú tienes el derecho de poder hacer con ella lo que desees.

Las palabras de Frank sonaron demasiado sinceras y serias a la vez, Jake sabía que Frank tenía razón, nadie tenía porque meterse a decidir sobre su vida, solo él tenía ese derecho.

Jake le sonrió dedicándole un "gracias" por haberlo hecho sentir mejor.

Ambos compartieron un último beso para después acurrucarse entre ambos, mientras el sonido del tren y de la naturaleza seguían acompañándolos en su viaje.

One-Shots | FrankeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora