One-Shots | Franke

Noche de Invierno⚠️

El invierno es una gran época. Adorada por muchos, odiada por otros. Jake pertenecía a ese último porcentaje. La temporada de invierno no era su favorita por la obvia razón del frio.

Jake era una persona más cálida que disfrutaba del verano. Prefería pasar un día entero surfeando en el metro que estar encerrado en casa sin hacer grandes actividades.

Su pareja, Frank, era todo lo contrario a él. Precisamente ambos se hallaban encerrados en una cabaña perteneciente a la familia Mulliner.

A Jake le costó adaptarse a la forma de vida de su novio. Mientras su mayor tenía todas las comodidades posibles desde que era un niño. Él y su madre debían sobrevivir en un departamento, con Connie teniendo dos trabajos para mantenerlos a ambos.

De cualquier forma, Bressler agradecía por lo que tenía. También estaba feliz de que Frank no fuera de aquellas personas que creían tener el control de todo lo que tuvieran enfrente solo por ser millonarios.

Aunque por fuera Mulliner pareciera un hombre frio, carente de sentimientos, con Jake demostraba lo contrario. Incluso solía comportarse tierno en momentos de nervios cuando Jake actuaba adorable.

No podía evadirlo. Jake le provocaba muchas reacciones por todo su cuerpo.

—¡Agh! ¡Detesto el frio! —el menor se quejó mientras se abrazaba así mismo.

Estaba sentado frente a la chimenea. Aun así, su cuerpo seguía sintiéndose frio. Frank lo sabía por lo que no tardó en buscar una frazada para cubrir a su conejito.

—¿Mejor? —preguntó luego de envolver a Jake con la frazada.

—Emm... podría ser mejor —Jake vaciló. Su mirada se posó en las llamas de fuego de la chimenea.

Frank soltó una risa. Le quitó la frazada a su menor, escuchó su queja, pero la ignoró, luego procedió a envolverlos a ambos.

Mulliner abrazaba a Jake por detrás, casi de inmediato, Bressler se acurrucó, sintiéndose feliz de estar de esa manera junto con Frank.

Jake comenzó a amar ese momento. El frio de su cuerpo poco a poco iba quedando atrás. La calidez que le daba el cuerpo de su pareja le ayudaba a sentirse mejor, más bien, le ayudaba a sentirse amado por Mulliner.

De forma inesperada, Bressler sintió una calidez diferente, justo en su cuello. Lo que al principio sintió como pequeños besos, se volvieron leves mordidas que lograron estremecer cada centímetro de su cuerpo.

—¿Qué... Qué haces? —titubeó su pregunta. Estaba reteniendo uno que otro jadeo que amenazaba con salir.

—¿No es evidente? —Frank soltó una risa traviesa—. Te estoy calentando, conejito.

Jake arqueó su cuerpo cuando una mordida intensa fue recibida en su cuello. Sus mejillas se tornaron rojas. Mordió sus labios para reprimir un gemido. Le gustaba como Frank lograba envolverlo en un ambiente deseoso de sexo.

—¿Quieres que continúe?

¡Demonios! ¡Claro que sí! Pensó en responderle, pero él no quería ser tan directo, no por el momento. Así que asintió con la cabeza mientras tenía los ojos cerrados.

—Nada de eso, pequeño —Frank tomó un puñado del cabello castaño entre sus manos y lo jaló hacia atrás. Esta vez, Jake tuvo que soltar un gemido—. Quiero escucharlo de tus labios.

—¡Sí! —siseó—, ¡sí, Frank! ¡Fóllame!

El menor escuchó una nueva risa provenir de Frank. ¡Diablos!, si no estuviera tan enamorado, seguramente ya tendría su puño aplastando la cara del mayor.