One-Shots | Franke

¿Por qué él? [Omegaverse]

One-shot narrado bajó la perspectiva de Yutani

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Yutani no lo comprendía. ¿Por qué la vida se empeñaba tanto con ella para impedir sus sueños? Sí, tenía una vida exitosa como científica, sus amigos la estimaban y querían demasiado ni que decir de su padre el cual la amaba más que a su vida. Sin embargo, no era suficiente.

Ella fue paciente desde que era niña y había aceptado que lo mejor era dejar que el tiempo continuara su curso como debía. Pero simplemente no podía evitar cuestionarse el por qué seguía sintiéndose tan desolada cada vez que veía sonreír a Jake.

Él era el líder de su grupo y su mejor amigo. Yutani lo había aceptado, al menos su razón si lo hizo, en cambio, su corazón y sentimientos continuaban estancados en amar profundamente a Jake. Ella sabía que no estaba bien, Jake estaba felizmente casado. Para mala suerte de Yutani con otro de sus mejores amigos.

¿Por qué él?

¿Por qué él y no ella?

La científica se preguntaba cada vez que veía a Frank a lado de Jake. Las sonrisas amorosas, los gestos de cariño y las lindas palabras de amor no iban dirigidos a ella. ¿Qué era lo que tenía Frank para hacer tan feliz a Jake? Yutani se consideraba capaz de hacer feliz de la misma manera a Jake, solo necesitaba la oportunidad.

Sin embargo, no importó cuantas veces lo intentó en el pasado, Jake no la amaba como ella lo hacía. El chico incluso tuvo que decírselo directamente. Aquel día fue el más triste y doloroso para Yutani. El resto del día estuvo encerrada en su laboratorio sintiéndose la persona más humillada y desafortunada del mundo entero.

Su padre, Tricky, Fresh hasta King fueron a verla con la esperanza de animarla, sencillamente no funcionó. Le dolía aceptar su realidad, Jake no estaba destinado a ella.

A pesar de cargar con todo ese dolor todavía le gustaba estar a lado de Jake, amaba cuando el chico llegaba a ella para pedirle consejos de lo que fuera o también cuando lo único que quería era pasar tiempo de calidad como mejores amigos.

Yutani era una mejor amiga para Jake. Nada más que eso.

¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiría de esa forma?

Sus amigos, incluyendo al mismísimo Frank se habían dado cuenta de sus celos. Probablemente Jake también pero el hombrecillo era demasiado bueno con ella como para reprocharle su actitud.

Era difícil no mirar a la pareja cuando ambos estaban obstaculizando su campo de visión. La risa cantarina de Jake resonaba en sus oídos cual melodía armoniosa. Sin embargo, sus risas y sonrojos tenían un único dueño. Frank Mulliner. No Yutani Rodman. No. Era Frank.

Un alfa que logró entrar en el corazón de Jake sin hacer mucho. De nuevo para Yutani era difícil de comprender. ¿Qué tenía de asombroso Frank? ¿Por qué Jake lo habrá elegido a él? Ella igual podía cuidar y proteger a Jake, aunque fuera una omega como él.

¿No era eso una buena razón para estar juntos? Ambos eran omegas. Sí, esa clase de parejas no era tan común en su mundo, aun así las personas que tenían la misma categoría se amaban como lo haría una pareja de alfa y omega.

¿Era eso acaso? ¿Por eso Jake no quería estar con ella? ¿Por qué Yutani era una omega y no un alfa como Frank? Parecía que su amigo únicamente deseaba a los alfas, por eso eligió estar con Frank. ¿O fue por su genética? Yutani sabía a la perfección que los genes alfa eran más fuertes y saludables que los de un omega. Era casi seguro que Jake pensó en eso, puede que eso fuera la explicación por el cual estaba esperando un cachorro de Frank.

Oh, querida Yutani. Su persistente corazón la estaba lastimando más de lo que debería. Ella buscaba cualquier excusa para que su mente les diera la razón a sus sentimientos. Sin embargo, ella lo sabía, conocía cada motivo detrás de las acciones de su mejor amigo.

Jake amaba a Frank. No porque fuera un alfa, no lo amaba por su genética ni mucho menos porque fuera un hombre. Ella no podía estar en el lugar de su amigo para sentir y conocer las razones por las que él estaba enamorado de Frank. A Yutani no le interesaba saberlo.

Ya tenía suficiente con ser testigo de la felicidad que el matrimonio Mulliner-Bressler mantenía bajó la vista de todos. Era demasiado con ver a Frank mientras acariciaba con amor el vientre abultado de Jake, los dos felices con la pronta llegada de su primer hijo.

Después de tanto maltrato en su niñez por parte de sus excompañeros de escuela, luego de enterarse que era adoptaba de un orfanato por que sus padres no querían hacerse cargo de ella. Tras haber vivido muchas aventuras y peligros a lado de sus amigos, ¿no era momento para que su otra mitad alien llegara para hacerla más feliz?

Era tiempo de dejar a su amigo atrás. Ella no iba a arruinar la felicidad de Jake por la suya. Debía cambiar de página por su propio bienestar.

Yutani anhelaba lo mismo que Jake. Deseaba a alguien que la contemplara tal como su amigo lo hacía con Frank. Quería que alguien la tratara como la creación más hermosa de la galaxia.

Todos sus amigos contaban con alguien así a su lado. Ella era la única que faltaba.

—Yutani.

La científica alzó la mirada tras escuchar su nombre de alguien familiar. Su padre se hallaba delante de ella con una expresión alegre. Yutani estuvo extrañada de ello. Últimamente su padre sabía el conflicto interno por el que estaba pasando, así que no era común ver a Mully sonreír.

—¿Uhm? ¿Qué pasa papá?

—Alguien está esperándote —Mully agrandó su sonrisa—. Esta en el restaurante.

—¿Quién es? —Yutani no quería ser grosera, pero continuaba sintiéndose inestable.

—Tú ve y compruébalo.

Con pesadez y una sensación inusual en su pecho obedeció a su padre. Salió del laboratorio digiriéndose a su propio ritmo al restaurante. Cuando ingresó vio todo de manera normal, había unos cuantos clientes y el robot que programó desde que era una niña continuaba funcionando de maravilla.

—Yutani.

Esta vez giró su vista y abrió sus ojos en sorpresa. No esperaba verlo ahí.

—¿Bob? —Yutani lo observó de pies a cabeza. Bob era otro integrante de los Subway Surfers, el chico se parecía a ella por el simple hecho de que le gustaba vestirse con un traje.

—Sí, soy ese —el chico sonrió logrando reflejarse en su esqueleto del traje—. Estaba buscándote, Tani.

—¿Así? ¿Por qué? —para la científica era inusual, nadie salvo sus mejores amigos, solían ir a visitarla hasta el restaurante de su padre.

—Bueno yo quería comenzar... cómo decirlo sin asustarte...

—Bob, únicamente dilo.

—Emm... Está bien —el chico tomó aire para luego suspirar, tomó las manos de Yutani mientras la miraba a los ojos. Sin evitarlo, Yutani se ruborizo un poco—. Yutani Rodman, ¿me concedes el deseo de comenzar a cortejarte?

¿Era real? Sí, definitivamente. Alguien la estaba invitando a salir. No era Jake y eso era bueno para su corazón. Su amigo merecía toda la felicidad que ella no podría darle.

Ahora ella merecía igual su propia felicidad.

Tal vez... su vida no era tan mala después de todo.