Misión Cumplida

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Jake continuaba corriendo, quien sabe por cuantas horas lo había estado haciendo, pero desde que comenzó ya no podía parar. Mucho menos luego de ser testigo de la muerte de sus amigos.

Las lágrimas poco a poco nublaban su vista entorpeciendo su andar, algunas veces incluso llego a tropezarse y caer de bruces hacia el suelo, pero de inmediato y con la poca fuerza que le permitía su cuerpo seguía adelante.

Era estúpido que llorara por alguien que lo traiciono de una manera perfectamente calculada, pero era de esperarse sentirse así. Bressler le había entregado su confianza, lo había dejado que se uniera a su equipo, que conviviera con ellos y se volviera uno más de aquella peculiar familia que tenía.

Ahora ya no le quedaba nada, esa familia de amigos que había formado se esfumo cual humo, él se los arrebato, él, quien se suponía era su pareja, quién se suponía debía estar en las buenas y en las malas, siempre apoyándose el uno al otro. Lamentablemente para Jake fue un apoyo unilateral.

Otra vez termino por cansarse, volteo su cabeza un poco hacia atrás, asegurándose de no ser seguido, cuando comprobó que lo había dejado de seguir, se sentó en el frio y sucio suelo de aquel terreno baldío en donde a unos cuantos kilómetros se encontraba la organización en donde trabajaba su expareja.

Si, resulto ser secuestrado igual que sus amigos para después presenciar su muerte, muerte provocada por quién creía sería el amor de su vida.

Jake ya no sabía porque trataba de escapar, si ya no le quedaba nada ¿para qué continuar? Tal vez le quedaba aún más vida por vivir, tenía tan solo 23 años cumplidos, tenía un mundo que lo esperaba, ¿a qué? No lo sabía, ni tampoco deseaba descubrirlo, sus amigos siempre fueron su familia y luego de la muerte de su madre lo fueron aún más.

Se seco un poco las lágrimas que no dejaban de salir por sus ojos y miro hacia el cielo nocturno, este no concordaba con sus emociones, pues el cielo estaba despejado, dejando a relucir las estrellas quienes parecían estarse burlando de él debido a su luz brillante que las hacia destacar.

Bressler sonrió irónico sin despejar su vista, pronto se reuniría con sus amigos, con su familia, con su madre.

El ruido de pisadas acercándose a él se lo hicieron saber, se levantó tambaleándose un poco y volteo su cuerpo quedando enfrente de su verdugo. Reconoció de inmediato esa máscara de conejo ahora bañada de sangre, la sangre de sus amigos.

Jake volvió a sonreír cuando Frank se mantuvo quieto a unos pocos metros de él, como si estuviera esperando el momento perfecto para poder darle fin a la vida de ese infantil e intrépido chico.

—Adelante, haz lo que tengas que hacer... ya me quitaste todo, ¿no era eso lo que ellos y tu querían? —habló con cierto dolor en su voz, encarando a su mayor.

Frank no dijo nada, solo se acercó hasta quedar cerca de su menor, a través de la máscara pudo ver el dolor que reflejaban sus ojos, los mismos ojos que antes lo miraban con un brillo inusual, demostrándole lo mucho que lo amaba.

—Espero que te feliciten después de esto.

Bressler volvió a hablar, esta vez de manera irónica sin dejar de sonreír, poco le importaba en esos momentos como se estaría sintiendo Frank, aunque a su parecer, aquel misterioso y traicionero hombre carecía de sentimiento alguno.

—En otras circunstancias... tal vez pudimos ser felices.

Fue lo último que Jake dijo. Frank lo había tomado de la cintura para después clavarle el cuchillo —con el que había matado a sus amigos antes— en su espalda.

La sangre no tardo en salir por aquella zona del cuerpo del menor, Frank no sintió nada en ese momento, simplemente retiro el cuchillo y tiro el cuerpo de su expareja como si lo quemara con tan solo su contacto.

One-Shots | FrankeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora