Disculpas y mimos

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Frank Mulliner podía ser un hombre atemorizante cuando sentía que el peligro cerca suyo o de su novio. Su personalidad misteriosa continuaba dejando en asombroso al resto de los Subway Surfers.

Nadie, salvo Jake, podía creer que el hombre fuera capaz de sentir alguna emoción.

Aquella premisa tuvo un rumbo diferente luego de conocer a un equipo extranjero. El líder había logrado darle a Frank un sentimiento negativo y posiblemente peligroso.

Celos.

Aric, el líder del equipo Brim había conseguido tener una buena relación amistosa con Jake. Ambos líderes actuaban como si se conocieran desde hace años y sus personalidades lucían casi identificas.

Frank descubrió que Aric tenía más cosas en común con Jake que él con su propio novio.

Desde que el equipo Brim llegó al refugio de los Subway Surfers, no había tenido un tiempo a solas con el joven castaño. Jake parecía más interesado en aprender el estilo de vida de aquellos extranjeros que compartir tiempo de calidad con su pareja.

Los Subway Surfers ni siquiera notaron aquel cambió en la personalidad de Frank. Los integrantes del equipo Brim lucían muy diferentes a ellos físicamente y además sus costumbres eran distintas por lo que era evidente que todos estarían interesados en conocerlos más a fondo.

—¿Entonces estas diciendo que tu equipo y tú enfrentaron a un ejército de gnomos morados usando solamente espadas? —Jake estaba sorprendido por la confesión de Aric.

—También recibimos ayuda de nuestras mascotas especiales —Aric se rascó la nuca con nervios—. Tal vez algún día pueda presentarte al mío, es un animal similar a un lobo. Apuesto que ambos se llevaran muy bien.

—¿Me estás diciendo animal acaso? —Jake fingió sentirse ofendido mientras se cruzaba de brazos y miraba a Aric con molestia.

—¡No! ¡No! ¡De ninguna manera! Tú... —el rubio permaneció observando los ojos castaños—. Tú eres diferente, eres especial.

—Solo estaba bromeando, amigo. No es necesario que me digas esas palabras —el castaño soltó una risa nerviosa.

Estaba mal. Definitivamente estaba mal. Era evidente que Aric comenzaba a ver a Jake como algo más que un amigo. Frank lo sabía. Pero ni siquiera tenía la oportunidad adecuada para hablarlo con su novio.

¿O tal vez aquello del interés era una excusa para no pasar tiempo con él?

—¿Ya no soy suficiente para ti? —Frank murmuro mientras veía a lo lejos como Jake y Aric compartían una sonrisa nerviosa.

Una parte de él deseaba ir con ambos líderes y dejarle en claro a Aric que Jake se hallaba comprometido en una relación. La otra parte quería alejarse lo más posible para dejar de sentir la sensación de vacío que comenzaba a crecer dentro de su pecho.

Jake solo estaba impresionado de conocer a otras personas. Una vez que su ilusión se agotara volvería con él y todo sería igual a como cuando empezaron su relación.

Así era su novio. No había nada de que temer.

¿Temor? Estaba pensando en una idiotez por los celos. Él nunca había sentido temor hacía nada.

Al menos no hasta que conoció a Jake.

—¿Qué dices? ¿Tú y yo... una salida? No sé, a ver qué se nos ocurre hacer —Aric podía sentir sus mejillas arder levemente.

—Me encantaría, Aric. Pero... Ah —el joven castaño soltó un suspiro—, sé que debí decírtelo desde un principio, pero estoy comprometido. Bueno, aun no esa clase de compromiso que por cierto Frank se está tardando, digo, lo que trato de decir es que...

One-Shots | FrankeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora