Sweet Paradise.

12

Ruggero Pasquarelli.

Hay que comenzar esto con un digno discurso. Cómo se debe.

Pero en realidad estoy aquí, viendo a mi guapa amiga luciendo un espléndido vestido negro ajustado a su delgada y perfecta cintura.

Le llega hasta la altura de las rodillas, su cabello está recogido en una desordenada coleta, su maquillaje resalta esa mirada seductora y sus tacones de nuevo tienen esas tiras que suben por sus piernas.

Que preciosa es.

Deja de posar para la foto junto a Candace y Jean, les dice algo y ellos asienten señalando la barra. Pronto se alejan y trago saliva al ver que se acerca a mí.

O eso es lo que creo aunque en realidad le veo caminar de largo ignorando mi presencia. Se detiene frente a un tipo bastante atractivo y él le sonríe saludándole con efusividad.

¿Quién es?

-Si la sigues mirando así el mundo entero se dará cuenta.

Confundido miro a Agustín que sonríe llevándose la copa a los labios. Arqueo una ceja.

Más chismoso imposible.

Siempre está donde nadie le llama.

-No estaba mirando a Karol. -me defiendo.- ¿Cómo es que llegaste hasta aquí?

-Ah bueno, Sophie invitó a Maxi y el pendejo de mierda la cagó diciéndome; deberías venir también. -le imita rodando los ojos.- La decepción de Sophie fue épica.

Me río, eso era de esperarse.

Evidentemente Maxi sabe que Sophie se siente atraída por él pero él no por ella así que prefiere darle largas para no rechazarla como quisiera. Lo cual es absurdo, le dije que es mejor ir y decirle lo que quiere y lo que no.

-En lugar de esconderse y jugar al que no entiende los sentimientos de la chica debería plantarse frente a ella y ser sincero en lugar de solamente ilusionarla con la creencia de que algo va a pasar si no le rechaza.

-Pero mira quién habla. -Agustín se ríe.- ¿Y qué esperas tú para hacerlo con ella?

Señala a Karol con la cabeza. Trago saliva.

No hemos hablado desde lo que me dijo en la mañana, o más bien, después de lo que hizo. Y realmente diría que estoy preparado para hacer algo al respecto pero no es cierto.

Es decir, no podría reaccionar ante algo que surgió de la nada. No esperaba que me dijera algo así.

De Karol no esperaba nada en realidad.

Todos sus cercanos le describen como alguien tímida y callada si no está en confianza. Y se sigue hablando con el ex, nada me cuadraba en ese momento.

-¿Y entonces?

La insistencia de Agustín me hace mirarle de nuevo a él, suspiro profundo.

No estoy listo para nada de eso.

Y se lo hago saber antes de caminar hacia la barra y pedirme un whisky.

Le doy un buen trago, mi mirada busca de nuevo a la mexicana, ya no están, ni ella ni el otro tipo.

Interesante...

Me muevo un poco intentando hallarla en el gran salón pero no obtengo resultados. Y cuando quiero darme por vencido, le veo caminar hacia la barra por la vista fija en su teléfono.

Lo bloquea, mira a todos lados y tras hacer un mohín, se termina acercando sin fijarse mucho en mi presencia.

Pide un martini y mientras espera, su teléfono vuelve a sonar. De inmediato lo bloquea.