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Había que admitir una cosa, y es que me gustaba ver a Ruggero actuar, se había convertido en mi actividad favorita desde que las grabaciones comenzaron. Y es que me gusta su manera de desenvolverse como si las cámaras no existieran.

Y también debo reconocer que la química que tiene con Sophie es escalofriante. Se llevan tan bien y eso se ve reflejado ante las cámaras.

En este momento están finalizando su explosiva escena en la pista de patinaje con la interrupción de Sebastián, el padre de Violett. Y cuando Benjamín anuncia el corte de escena, no tarda en pedir un poco de agua y me río.

Definitivamente odia la idea de ver a su princesa besando a alguien de esa manera.

Para él, Sophie siempre va a ser una dulce niña.

—Gracias, chicos. Es todo por hoy. —Candace da por finalizado el día de grabación.— Nos vemos el lunes temprano.

Sophie y Ruggero se alejan hacia las bancas para quitarse los patines y yo acompaño a Mía a la salida porque me quiere pedir un favor.

Y ese favor es el mismo que Sarah me pidió esta tarde, quiere la mañana del lunes libre para asistir al casting. Mía siempre ha soñado con ser actriz y me hace feliz que se esté arriesgando a probar suerte.

Por supuesto accedo a que vaya y en cuanto se despide, busco mis cosas dispuesta a abandonar el lugar. Tengo hambre, y planeo esperar a Benjamín y Sophie para comprar comida rápida e ir a meternos en su cama como una verdadera familia feliz.

Es una costumbre que me costó tener después de llegar a esa casa tras la muerte de mi padre. He de admitir que me costó adaptarme a todo lo que hoy es normal para mí.

—¡Karol, no te vayas todavía! —veo a Sophie correr hacia mí. Me río subiendo el cierre de mi chaqueta.— ¿Vamos a cenar juntas?

—Planeaba que llevemos comida rápida  a casa y que invadamos la cama de Benja y mamá. —ella niega.

— No, una cena. —sujeta mis manos con fuerza.—  Con Maxi, Ruggero, tú y yo...

— Oh, ya entiendo. —asiento.— ¿Pero le preguntaste a Maxi si quería?

—No, por eso te digo.

— Sophie... —alargo y ella se ríe juntando sus manos.

Y tras su mirada cual gato de Shrek, termino asintiendo y soltándole para buscar a Ruggero hablando con Maxi. Ambos tuvieron que quedarse hasta tarde, todo lo contrario a Agustín y Mike que se fueron desde temprano porque no tenían más escenas.

Y esa quizá fue la razón por la que Sophie aprovechó la oportunidad de sacar a Maxi sin Agustín.

Muy inteligente por cierto.

—Hola, chicos.  —sonrío y Ruggero pasa su brazo por mi cintura antes de dejar un beso en mi mejilla.— Rugge, ¿quieres que vayamos a cenar?

—Sí, me encantaría. 

—Genial, ¿vienes, Maxi? 

Él mira a su amigo esperando saber si su presencia no va a incomodar y por eso, antes de que Ruggero haga o diga algo estúpido, continúo;

—Sophie también vendrá.

—Ah bueno, me encantaría. —accede más presionado que otra cosa. Pero le ignoro.

Emocionada asiento, y tras asegurarles que esperaremos afuera, me alejo buscando a mi hermanastra.

Afortunadamente le encuentro y ella, totalmente expectante, espera mi respuesta. Sé que quiere llorar de la emoción cuando le digo que Maxi irá con nosotros.

Sweet Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora