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—No sé que está pasando, pero no sé si ver a la novia sentada en el rincón más alejado y a la ex prácticamente encima de él, sea lo correcto.

Sophie se sienta en el sillón a mi lado. Bajo la mirada a mis pies sintiendo mis ojos arder.

Que fiesta de mierda.

¿Lo peor de todo? Llegamos hace media hora.

—¿Qué pasa, Karol? —insiste acomodando los mechones sueltos de mi cabello detrás de mi oreja. Relamo mis labios.

—Nada, ¿Por qué? —intento sonreír.— ¿Tendría que pasar algo?

—A mi no me engañas, mírame.

Hago lo que me pide, ella entrecierra los ojos y deja su cerveza sobre la mesa antes de tomar mi rostro entre sus manos. Una lágrima rueda por mi mejilla.

—Nadie llora por nada.

—Le dije a Ruggero que estoy enamorada de él. —resumo.— Y su respuesta no fue lo que esperé.

—¿Qué te dijo?

—Que no siente lo mismo, para él somos solamente amigos.

—Oh, nena...

Ella me abraza, me apoyo en su hombro susurrándole que me quiero ir y ella asiente poniéndose de pie.

—Le aviso a Mike y nos vamos, ¿Sí?

Asiento, ella besa mi mejilla y susurra que todo está bien antes de caminar hacia su actual novio.

Veo a Maxi seguirle con la mirada y me río inevitablemente. Era evidente que ese tonto comenzaría a extrañar las atenciones que Sophie le daba cuando ella se cansara de insistir.

Ahora es él quien está jodidamente enamorado y Sophie está más que feliz con Mike, hace dos meses que son novios y todo es tan perfecto que cuesta pensar que sea real.

Algunos sí que tienen suerte.

—Oye, ¿Estás bien? —Madisson deja de bailar con Agustín para acercarse a mí. Le sonrío.

—Sí, ¿Por qué?

—Mira esa carita. —acaricia mi mejilla.— ¿Y Sophie?

—La verdad me duele la cabeza. —miento dibujando mi mejor cara de dolor
— Prefiero irme a dormir.

—¿Segura?

—¿Por qué más me iría si no?

Indecisa asiente, besa mi mejilla y le pido que vuelva a la fiesta. Yo estoy bien.

Intento estarlo.

Al final, dudosa e inconforme se aleja y yo aprovecho para mirar mi teléfono al notar que no ha dejado de vibrar.

Desde que llegamos al reservado del bar que Agustín rentó para esta noche, mi teléfono no ha dejado de vibrar pero por evidentes razones lo ignoré. Hasta ahora que me resulta molesto.

Confundida miro el número desconocido reflejado en pantalla. ¿Quién puede ser?

Alejándome un poco hacia el rincón con menos música, me decido a contestar.

—¿Hola? ¿Quién habla?

—¿Cómo que ahora te olvidas de la persona que más te ama en la vida, mujer?

—Paxton. —un rayo de emoción se dibuja en mi rostro.— Pero, ¿Dónde...?

—Camina recto y detente en el barandal.

Con eso cuelga, bloqueo la pantalla del teléfono y hago lo que me ha pedido sonriendo en el proceso.

Apoyada en el barandal veo hacia abajo reconociendo a Paxton sentado en una mesa con Payton y algunos amigos de Sophie. Me río levantando mi mano para saludarle.

Sweet Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora