Sweet Paradise.

2

Ruggero Pasquarelli.

—Obtuviste el protagónico. —me informa Lucas. Sonrío.— ¿Sabes lo que eso significa?

—¿Que volveré a la actuación?

—Eso y ahora estás trabajando para un grandioso equipo, y aunque sé que es difícil de creer, una chica de veintiún años lo lidera.

—Escuché mucho acerca de ella, sobre todo por el reciente rumor de infidelidad que le involucra.

—Sí, y eso le tiene nerviosa. —asiente jugando con una carpeta.— ¿Y sabes cómo te afecta a ti?

Niego, él se ríe.

—Es Karol Sevilla, y hay una sola palabra que la define; perfección.

—Nadie es perfecto.

—Quizá, pero a ella le gusta que todo para lo que trabaja sea perfecto. —explica tomando su vaso de agua.— Y por si aún no te diste cuenta, es la primera serie que va a producir.

—¿Y eso significa?

—Está invirtiendo como no tienes idea. Tiempo y dinero. —explica.— Evidentemente no todo el presupuesto viene de ella, pero sí un mínimo porcentaje.

—¿Y...?

—El otro porcentaje pertenece a millonarios hombres y casas productoras que ella sola convenció de invertir en este proyecto. —resume.— La chica tiene potencial, bastante.

Bueno, de eso no me quedaba la menor duda.

He investigado sobre ella. Por dos razones.

La primera, se me hizo bastante odiosa como para manejar los hilos de todo. Y la más importante; no puedo creer que una chica de veintiún años esté al cargo de todo.

Es decir, es imposible.

Pero si, al final descubrí muchas cosas.

Comenzando porque su verdadero nombre es Karol Itzitery Piña Cisneros. Pero usa el Sevilla como su apellido artístico.

Modela desde los quince años.

Se convirtió en productora de cine desde hace tres años.

Y es también empresaria desde los dieciséis. Si, sé que parece imposible, para mí lo es, pero según leí, hasta que no cumplió la mayoría de edad, la responsabilidad era de su madre y las ideas suyas.

Hasta que hace apenas dos años las responsabilidades legales y económicas pasaron a ser suyas sólamente.

Ha trabajado en su propia línea de maquillaje, cuidado de la piel, fragancias, ropa y demás.

También estudió una licenciatura en fotografía y algo de dirección cineasta.

Básicamente nada.

Esa era Karol Sevilla.

Aunque también leí que en una entrevista admitió que esto no lo hubiese logrado siendo solamente una adolescente que vivía con su padre y hermano desde que su madre se casó con un exitoso director de cine; Benjamín Jones.

Gran parte de los créditos de su éxito van a su padrastro, su segundo padre. Su gran apoyo desde que su papá murió.

Y por ahora, es todo lo que sé.

Además de que tiene una fundación de ayuda para construir escuelas o algo así. Al menos es un alma caritativa.

Tan linda ella.

Bueno, hay que admitir que ha trabajado bastante y se merece ser reconocida por su talento. El escándalo que ya manchó su nombre estos días no es nada.