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Me duelen los pies, me estoy muriendo y lo que se suponía que debía ser mi tiempo libre, está siendo todo un caos.

Candace me llamó para organizar algunas cosas como lugares, permisos y demás. Terminé supervisando algunas cosas más y ahora estoy riéndome de la caída de Sophie.

Fue su culpa haberme pedido que patinemos juntas. No soy buena haciéndolo y ahora, se cayó.

Mi culpa no fue.

Bueno, si fue.

—Que hija de... —suspira poniéndose de pie.— Me largo, animal.

—¿Qué? ¿A dónde?

—Oh bueno, tengo una entrevista. —explica.— Pero bueno, patina sola. Por favor disfruta, mujer.

Asintiendo dejo que se aleje, me sostengo del barandal viendo hacia la salida con desconfianza.

¿Voy a poder llegar hasta ahí sin caerme como Sophie lo hizo?

¿Me voy a romper un hueso? Evidentemente.

—Hola, no sabía que estarías aquí.

Sonrío viendo a Ruggero adentrarse a la pista.

—No iba a estar aquí pero Candace me llamó y ahora mismo Sophie me acaba de dejar aquí... Con ganas de llorar porque no sé llegar a la salida.

—¿No sabes patinar?

—Muy poco. —admito y él se acerca.

Toma mis manos guiándome, maldigo cuando me lleva con él hasta el centro de la pista.

Oh no, esto no es parte del trato.

No, no, no.

De ninguna manera.

Me voy a caer. Me voy a morir.

Es que yo necesito... Estar en el borde.

—Siento que me voy a caer.

—No lo vas a hacer. Calma.

—Siempre que me dicen que me calme, me asustan más. —termino admitiendo dejando que sus manos me guíen.— He de admitir que sigo sin entender cómo ustedes lo hacen.

—Responsabilidades de actores.

—Agradezco el no ser actriz.

Él sonríe, suelta mis manos y se aleja obteniendo quejas de mi parte. ¿Pero cómo se va a ir?

Mi miedo a moverme es tan grande que no hago nada por al menos intentarlo. De hecho solo me quedo ahí parada viéndole patinar.

Oh Dios, me voy a morir.

Y es que, seamos sinceros, si me caigo, se me verá absolutamente todo.

Debería dejar de usar faldas para todo, pero en mi defensa, son más prácticas.

—¿Si sabes que es mejor moverte y no quedarte ahí parada sin hacer nada?

—Me voy a morir, maldito.

—Ay, bueno.

Sin dudarlo se acerca y toma mi mano de nuevo llevándome con él, no puedo evitar mirarle y sonreír.

Pero que guapo se ve.

Es decir, vamos es que es una persona realmente atractiva y daba igual si Madisson decía que me estoy ilusionando por nada. Ahora mismo solo intento que mi mente no se nuble con tanta perfección.

Y debería dejar de usar la palabra perfección para todo.

—Y dime, ¿Cómo va tu campamento benéfico? —pregunta y sonrío.

Sweet Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora