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Un día más... Un mareo más...

Ayer se suponía que todo había quedado en el olvido después de mi mareo y un desayuno extra grande. Pero no, aquí estoy.

Sentada en un sillón del lobby el hotel mirando a todo el mundo pasar y sosteniendo mi estómago con una mano mientras contengo las ganas de vomitar. Quiero comer.

Tomo una bocanada de aire pensando en lo que comí ayer. La cena con Asher fue preciosa, fuimos a bailar después, tomé un poco de copas demás...

Oh, ya...

Bebí demás. Ya entendí mi malestar.

Negando aturdida me incorporo y pretendo ponerme de pie pero ahora mismo el piso tiembla cuál gelatina. Frustrada dejo caer mi espalda contra el sillón.

—Hola, ¿Estás libre? Claro que sí. ¿Quieres hablar? Claro que también quieres.

Maxi se deja caer a mi lado, le miro.

—¿Qué te pasa? Estás bastante pálida.

—No, no. —niego tomando aire.— Es solo que yo...

Trago saliva y sonrío.

—Estoy perfecta. ¿Por qué?

Confundido asiente, sonrío dándome aire con la mano. En realidad estoy muy, pero muy mal.

Pero se me va a pasar después de comer.

—Te quería hacer una pregunta, más bien, te quiero pedir un favor.

—¿Sí? —el asiente.— Dime.

—Sophie y Mike... Esa pareja no tiene sentido.

—¿Por qué lo dices? Obvio que tiene sentido. —me río.— Mike la adora y ella ama a su novio. Llevan casi el mismo tiempo de relación que Agus y Madisson.

—No tiene sentido. —insiste y me río.

—Ya. Claro.

—¿Vas a escuchar o juzgar?

—Vomitar. —sonrío poniéndome de pie.— Perdóname, hablamos después.

Poniéndome de pie corro hacia el baño más cercano escuchando su queja. Y cuando llego, apenas y alcanzo a llegar al inodoro antes de devolver todo lo que no comí.

Recuérdenme jamás en la vida beber.

Cuando salgo del baño, me tomo mi tiempo enjuagando mi boca con agua de la llave y recogiendo mi cabello para disimular la cara de dolor y malestar.

Abandono el baño sintiéndome aún más mareada, camino directo al comedor, no tengo ganas de esperar a nadie, en serio necesito comer.

—Volviste, ¿En serio vomitaste? —Maxi me toma del brazo mientras camino hacia la cafetería del hotel. Desgranada asiento.— ¿Qué comiste?

—Oh, nada en realidad. Son los efectos de las copas demás de ayer.

—Ah sí, todo el mundo habla de que saliste con Asher ayer.

—¿Y a ellos qué les importa?

—Mucho, Asher es el soltero más codiciado de Hollywood, ya sabes, guapo, millonario, alto... Es perfecto según ellas.

Ruedo los ojos, él me conduce hacia una mesa y quiero negarme al ver que Ruggero y Agustín están pero él me ignora apartando la silla para mí. A regañadientes me siento y Agustín me sonríe.

Pero no le devuelvo el gesto, solo llevo mi mano a mi boca y le alejo poniéndome de pie. E impidiendo que Maxi se siente, ocupo su silla lejos de Agustín, quedando frente a él.

Sweet Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora