𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 35

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Inicie de nuevo, me he integrado nuevamente a mis actividades escolares al igual qué el resto de mis amigos, ahora qué el horario escolar de todos nosotros termino nos encontramos reunidos en la oficina de Van Helsing para tratar el asunto del rey del infierno.

—¿Ese es el regalo qué el padre de Marinette dejo para ti? — Pregunto Cordelia mientras veía la cadena qué traía colgada en el cuello.

—Así es, es bonita ¿Verdad?

—Sí, lo es — Dice sonriendo —.Oye, Bastián ¿Crees qué ella esté bien en dónde quiera qué se encuentre?

—Seguramente, ella debe de estar descansando en paz y al lado de su madre, ambas deben de estar contentas de volver a estar juntas, ¿No lo crees?

—Sí, lo creo.

—Lamento la demora chicos — Van Helsing entra a la oficina —.Tenía reunión con los profesores, pero en fin podemos empezar ya el tema importante — Camina hacia su silla y toma asiento.

—¿Qué haremos? — Pregunté mirando a todos los presentes —.Por lo qué sabemos Lucifer estaba débil cuándo salió del infierno, necesitaba tiempo para tener nuevamente su poder, para esté tiempo él ya debe de tenerlo de nuevo es demasiado peligroso sí decide venir a la escuela.

—¿Hay forma de regresarlo al infierno? — Cuestiona mí compañero de habitación mientras miraba al ángel.

—No nos ganaríamos nada con regresarlo al infierno, José no mientras las cadenas estén destruidas — Respondió el ángel.

—¿Hay forma de restablecer las cadenas del infierno? — Le pregunto el ex cazador de vampiros.

—No, no hay forma de restablecer las cadenas sin los objetos qué se utilizaron para mejorarlas.

—Metatrón, pero debe de haber otra manera de hacer qué las cadenas estén bien de nueva cuenta, ¿No?

—Hay una forma pero es pagando un precio.

—¿Cuál es? — Pregunté.

—Hacer el mismo tipo de hechizo qué Abigo uso, un hechizo de sacrificio, sí lo hacemos la energía sacada de un ser supernatural podrá restablecer las cadenas del infierno completamente.

—Debe de haber otra forma — Dijo Cordelia analizando las palabras del ser celestial —.No podemos hacer ese hechizo, no podemos perder a alguien más.

—Pues la tercera opción sería asesinar a Lucifer — Comenta el ángel de la sabiduría —.Y cómo todos sabemos, no sería una tarea fácil.

—Asesinarlo...— Murmuré mientras cruzaba mis dos brazos.

—Es la única manera de asegurarnos de qué Lucifer no lastime a los demás, matarlo.

—¿Y cómo? — Preguntó Van Helsing —.Es un ángel, ¿Cómo asesinamos a un ángel?

—Hay... una arma capaz de matar a un ángel, en la ciudad de plata — Dice Metatrón.

—¿De verdad? — Cuestiona mí amiga bruja —.¿Hay una arma capaz de matarlos?

—Sí, hay una...— El ser celestial asintió —.Se le conoce cómo la espada del destino, es una arma celestial más poderosa qué la espada de la cruz escarlata, es capaz de reducir a un ángel a simples cenizas, durante la guerra en el cielo hace años, se usó para eliminar a uno qué otro ángel caído pero después fue guardada para qué nunca se usará para actos impuros.

—Eso... eso es perfecto, podemos usar esa espada para matar a Lucifer — Hablé.

—Sin embargo...

El Heredero De DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora