El Heredero De Drácula

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 74

Me había despertado con un insoportable dolor de cabeza pero eso no era lo importante, lo importante era qué había aparecido en una gran sala de estar, recostado sobre un gran sofá color vino, no veía rastro ni de los encapuchados ni de mis padres, tampoco tenía conmigo mí celular, tal parece qué me secuestraron.

He recorrido cada parte de la sala de estar para encontrar una pista sobre el lugar en dónde me encuentro pero hasta ahora solo me he encontrado con fotografías de personas qué nunca he visto en mí vida.

Caminó hacia unas grandes cortinas color blanco, las recorro y veo atraves de la gran ventana un bello jardín lleno de rosas rojas y muchas otras plantas.

—¿Dónde demonios estoy?

El sonido de las puertas abriéndose me saco de mis pensamientos, dí media vuelta y vi entrando a una anciana.

Ella era bajita, vestida totalmente de blanco, su cabello era de color blanco, su piel era clara y tenía ojos color avellana.

—Querido veo qué ya has despertado — Ella me sonríe tras verme de pié —.Me alegro mucho de por fin tenerte en esté lugar, han pasado muchos pero muchos años.

—¿Disculpé? — Ella queda frente a mí —.¿Quién es usted? — Cuestione —¿Por qué dice qué han pasado años?

—Por qué han pasado años, tesoro.

—¿Quién es usted? — Pregunté serio.

—Mí nombre es Anna.

—¿Anna? — La anciana asintió —.Muy bien entonces, ¿Usted es la qué me mandó secuestrar?

—No fue secuestro — Ella camina hacia el sofá y después toma asiento.

—¿A no lo fue?, ¿Entonces cómo le llama a lo qué me acaba de hacer?

—Cariño, lo qué te hice no fue secuestro, lo qué hice fue recuperarte.

—¿Recuperarme?

—Correcto.

—¿Qué es lo qué quiere decir?, no la entiendo.

—Cariño, yo te recuperé, recuperé al miembro más importante de mí familia.

—¿Qué?

—¿Acaso no te das una idea mí niño? — Vuelve a sonreí —.Tú eres mí familia.

—No...

—Sí... ahora estás con tú verdadera familia, yo soy la actual reina de los vampiros de Hungría, tú madre era la heredera al trono y eso te convierte en el príncipe heredero de Hungría, el siguiente en la línea de sucesión.

—No, no, no, no, usted está diciendo mentiras señora, usted no puede ser mí familia, ellos murieron hace años por un cazador.

—Ellos no eran tus padres de verdad, ellos eran fieles sirvientes de la familia qué nos hicieron el favor de alejarte del peligro y dieron su vida por protegerte.

—No, no, eso no puede ser.

—Cariño, hay una explicación, y te prometo qué te la voy a dar con detalles pero ahora ven...— Hace una seña con su mano derecha para qué tome asiento —.Ven a sentarte con tú abuela, una abuela qué ha esperado años por esté momento.

Esto no puede ser...

¿Ahora resulta qué mis padres biológicos no son tampoco mis padres de verdad?

Eran sirvientes.

Camino hacia la anciana y tomó asiento a su izquierda.

—Dígame todo.