𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 40

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Justo cuándo pensé qué ya no pasaría por momentos difíciles, me convierto en esto, en un monstruo agresivo de dos metros y lo peor de todo es qué ya he tomado una vida, la vida de aquella pobre chica.

No pude pegar el ojo en toda la noche por temor a qué me volviera a convertir en ese murciélago humanoide, tengo miedo de lastimar a alguien más.

—No has comido...— José llega al dormitorio con una bolsa de sangre en sus manos, se acerca a mí y me la entrega —.Lo necesitas, sí no te debilitaras.

—No quiero qué mis fuerzas aumenten, tengo miedo qué la próxima vez qué me vuelva esa cosa los lastime.

—Eso no va a pasar amigo, lo lograrás controlar y entonces todo volverá a estar bien.

—¿Y qué pasa sí no?, ¿Qué pasa sí ese monstruo qué llevo en mí interior me controla a mí?

—Eres fuerte, estoy seguro qué lograrás controlarlo, además nosotros te vamos a ayudar, bueno tengo qué volver a mis clases, ¿Tú no vas a ir?

Negué.

—No, me quedaré aquí.

—Está bien, cómo quieras, te veo después.

Asentí, mí amigo se dirije hacia la puerta, la abre y después sale de la habitación.

Honestamente tengo miedo, me tengo miedo.

Espero qué Van Helsing no haya hablado a Corea para avisar acerca de mí nuevo poder.

—¿Tú sabías de esto? — Pregunté al sentir la presencia de Drácula a la izquierda.

Desvío mí mirada y lo veo recargado en la pared.

—No, a mí también me tomó por sorpresa — Contesto —.Es un increíble poder, Bastián.

—Es una maldición.

—Cuándo lo controles verás qué no es así, al final te gustará cambiar a una forma.

—Sí lo controlo, no lo usaré para lo qué tú piensas, abuelo — Me puse de pié y me coloqué delante de Vlad Tepes.

—Era de esperarse, Vlad Tepes siempre queriendo sacar ventaja de todo a su alrededor — La voz de Lucifer se hace presente en la habitación.

Giro hacia la habitación del baño y veo al ángel caído.

—Déjame adivinar lo qué quieras hacer, Drácula — Él se acerca a nosotros dos —.Quieres qué Bastián use su nuevo poder para hacer tú mundo perfecto, ¿No es así?, lástima qué no harás eso.

—¿Qué estás haciendo aquí? — Pregunté.

—Solo vine a hacerte una visita — Responde el rey del infierno y después solo mira a Drácula —.Tú desaparece, tengo un asunto qué hablar con tú nieto el cuál obviamente no te incumbe — Chasquea los dedos de su mano derecha y mí abuelo desaparece.

—¿Cómo lo hiciste?

—Es una alma del infierno, y yo soy el amó de esos territorios me tiene qué obedecer.

—¿Qué quieres aquí?

—Ayudarte.

—¿Ayudarme?

—Sí, ayudarte con tú problema — Él saca de su bolsillo un tipo de pulsera color rojo —.Está pulsera contiene magia demoníaca, y lo qué tú tienes es magia angelical, esto puede mantenerte en tú forma humana hasta qué puedas transformarte a voluntad, hasta qué lo controles.

—¿De verdad puede hacer eso?

—Yo la hice especialmente para ti, te aseguro qué funcionará muy bien.

El Heredero De DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora