El Heredero De Drácula

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 25

Ya no soporto esto más tiempo, desdé qué llegamos a la ciudad en Austria en dónde se supone qué está la lanza del destino, Metatrón nos ha traído caminando por toda ella sin descanso, ya hasta estoy dudando qué el ángel sepa la localización exacta de la lanza.

—¿Te quieres detener ya Metatrón? — Me detuve en medio de la calle junto con José —.Ya no puedo caminar más, yo soy técnicamente humana.

El ser celestial al oírme también se detuvo y giro hacia mí.

—No hay tiempo para qué descanses, bruja estamos cerca del lugar en dónde está la lanza.

—¿Así?, pues hemos recorrido la ciudad toda la noche y no hemos encontrado absolutamente nada — Le dice José mientras cruzaba sus brazos de forma molesta —.¿De verdad sabes en dónde está?

—¿Acaso lo pones en duda? — Preguntó el ángel.

—Sí...— Respondí —.Lo estamos poniendo muy pero muy en duda.

—La lanza está en el museo Schatzkammer, ahí es donde está expuesta.

—¿Un museo?, ¿En verdad? — Genial yo pensé qué sería en una especie de tumba o algo oscuro —.Haber angelito, ¿Y cómo se supone qué vamos a entrar a un museo?

—Fácil, tengo dos opciones, una es tumbar la puerta con uno de mis poderosos golpes, la otra es qué tú uses uno de tus hechizos y abras la puerta, sí esas son todas sus dudas les sugiero qué avancemos ya por qué estamos contra el reloj.

Nos da la espalda y comienza a caminar de nuevo.

—Es totalmente insoportable.

—Concuerdo contigo, José, él es un... un imbécil.

Los dos lo seguimos, atravesamos un par de calles más y llegamos a un edificio color blanco con aspecto de mansión. El ángel camino hacia la puerta del lugar y me hizo una seña con la cabeza.

—¿Qué? — Encogí mis hombros.

—Abre la puerta — Me ordena.

—¿Cuál es la palabra mágica?

—No lo sé, se supone qué tú la tienes qué saber.

—No te hagas el gracioso, ¿Cuál es la palabra mágica?

—Arg... demonios... ¿Puedes abrir la puerta por favor? — Me mira de mala gana.

—Así está mejor...— Puse mí mano izquierda sobre la puerta del lugar —.Reserata ianua — Cerré mi palma y la puerta se abre sola —Listo, puerta abierta — Miré al ángel.

Él entró sin decirme nada.

—¡De nada! — Entre tras él junto con José —.Ángel baboso...— Murmuré.

—Te escuché.

—No dije nada qué no fuera verdad.

Todo el lugar estaba lleno de antiguos objetos, según investigue en Google mientras Metatrón nos daba un tour por toda la ciudad, esté lugar alberga muchos objetos importantes, no son simples o objetos, son reliquias de hace siglos atrás.

Atravesamos alrededor de tres salas, entramos a una muy pero muy oscura pero después fue iluminada por el ángel quién había hecho una esfera de energía en su palma izquierda.

—¿Dónde está? — Pregunto el príncipe heredero de México.

—Aquí, en está sala — Respondió el ángel —.Puedo sentir su presencia, siganme.

La oscuridad de está sala verdaderamente es tenebrosa, esto no parece un museo, esto parece la casa de los sustos, sí no fuera por Metatrón y su esfera de energía esté lugar sería aún más tenebroso.