El Heredero De Drácula

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 86

Lo menos qué esperaba era está maldita situación, pero sí Vlad el Dragón quiere evitar qué recuperé a mí papá entonces tengo qué hacer qué mí querido abuelo biológico duerma un poco.

—Tú no tienes oportunidad contra mí, niño estúpido así qué piensa bien las cosas antes de actuar, te estoy dando una oportunidad de irte tranquilamente deberías de aprovechar.

—No me voy a ir sin mí padre.

—Por última vez, Vladimir no es tú padre.

Esas palabras me bastaron para qué mí furia se hiciera presente en mí. La energía crepuscular en mis manos aumento su fuerza y con mucha velocidad arroje dos esferas de energía en contra de Vlad.

El vampiro las esquivo sin problemas y simplemente me dio una sonrisa burlona.

—Soy un vampiro de siglos, Bastián y tú eres un híbrido novato, aprende tú lugar.

—Ya verás mí lugar.

Corro hacia él, aparezco enfrente de Vlad, formó un puño con mí mano izquierda, lo trato de golpear y el sostiene mí mano fácilmente.

—Te hace falta experiencia, muchacho — Me dice y comienza lentamente a romper mí mano.

El dolor me hace arrodillarme y el vampiro con su otra mano me dio un fuerte puñetazo en cuál me derribó por completo.

—Sí tú no te vas de esté lugar entonces...— Me toma del cabello —.Te voy a sacar yo mismo.

Marinette aparece aún lado del vampiro y le da un fuerte puñetazo en el rostro. Vlad se alejo por el tremendo golpe qué recibió por parte de mí amiga y la princesa heredera se acerca a mí y me ayuda a ponerme de pié.

—¿Estás bien?

—Sí, para ser un anciano golpea bien — Sobe mí barbilla.

Mí amiga y yo giramos hacia la entrada de la sala del trono y vimos entrar a muchos sujetos con armadura y lanzas.

—¡Saquen a esté par de mí palacio! — Le ordena el padre de Vlad Tepes.

Los sujetos en cuánto escucharon esa orden nos apuntaron con sus armas a Marinette y a mí. Me coloco delante de Marinette de forma protectora y los soldados corren hacia nosotros.

—Yo me ocupo — Miré a mí amiga y después me dirigí hacía los hombres armados.

En cuánto llegué a ellos comencé a deshacerme de uno y cada uno de ellos. Para mí estos sujetos no eran nada para mis habilidades sobrenaturales, caían cómo moscas ante mis golpes.

Tome la arma de uno de los soldados derrotados y con ella comencé a golpear a unos cuántos más con mucha fuerza. Giro hacia la dirección de Marinette y veo cómo uno de los soldados de Vlad la toman del cabello y la comienzan a golpear.

—¡Marinette!

Mis colmillos afilados emergienron en mí boca por la rabia de haber visto esa escena.

Clavo la lanza en el suelo, corro hacia los soldados qué estaban atacando a mí amiga, tomó a uno, le rompo el cuello, miró a su compañero, lo tomó, corro con el hacia la lanza, doy un salto y con velocidad empale al soldado en la lanza... tal cómo Vlad Tepes lo hacía.

Los soldados qué quedaban al ver lo qué le había hecho a su compañero salieron corriendo de la sala de trono.

—Ahí está tú verdadero propósito — Habla Vlad el Dragón al unisono haciéndome girar hacia su dirección —.Para eso sí eres bueno, para ser verdaderamente malvado, Bastián.