𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 81

118 16 2
                                    

La condesa sangrienta estaba totalmente sin palabras, no podía creer qué yo era realmente el hijo del qué la alejaron hace más de un siglo.

—No eso no es cierto — Finalmente hablo la vampiro —.Tú no puedes ser Akos, es una mentira.

—Yo también quisiera qué fuera una mentira, Erzsébet pero lastimosamente no lo es, tú y yo compartimos sangre, tú eres la mujer qué me trajo al mundo.

—¡No!, ¡T-tú no eres él!

—Él es Akos, Erzsébet él es nuestro hijo — Le dice Mircea Tepes a la vampiresa.

A velocidad supernatural la condesa sangrienta aparece delante de mí y con sus dos manos toma mí cabeza.

—Entonces comprobemos sí son ciertas sus palabras — Dijo para después cerrar sus ojos.

Sus manos comenzaron a brillar y yo a sentir un ligero dolor de cabeza, pasaron unos pocos segundos y la condesa me soltó.

—No...— Ella abre sus ojos y los veo cristalizados —.Vi lo más profundo de tú subconsciente y... no puede ser cierto...

—Sí revisaste su subconsciente ya te diste cuenta de lo qué realmente paso, estuve alejado siglos de Akos y todo por tú culpa y la de tus vampiros, después de encerrada seguiste causando daño, Erzsébet.

La asesina serial no respondió nada después de las palabras de Mircea, ella simplemente me miró de pies a cabeza y después colocó su mano derecha sobre mí mejilla.

—Akos...— Dice mí verdadero nombre a punto de las lágrimas —.Mí pequeño...

Me alejo.

—No soy tú pequeño, Erzsébet, tú querías volverme un asesino cómo tú.

—Yo... solo quería lo mejor para ti.

—¿Y volverme cruel es lo mejor para mí?, no, no lo es, tal vez fue lo mejor para ti pero a mí no me arrastres contigo.

—¡Lo pusiste en mí contra! — Mira furiosa a Mircea —.No te basto con alejarlo de mí sí no qué ahora lo pones en mí contra... ¡Maldito bastardo!

Corre hacia mí padre biológico y lo comienza a atacar delante de mis narices.

—¡Ya es suficiente! — Gritó molesto, mis alas de hadampiro del crepúsculo aparecen sobre mí espalda y provocan una onda de expansión la cuál manda a los dos vampiros muy lejos —.Él no te alejo de mí, Erzsébet — Miré con seriedad a la condesa sangrienta —.Tú misma me alejaste, al tratar de convertirme en un maldito asesino.

—Tienes qué comprenderme...— Se levanta del suelo.

—No, ahora lo único qué comprendo es qué tú eres un villano, un villano qué es muy peligroso para está escuela y para el mundo y necesitas ser detenida.

—Akos...

—Yo no soy Akos, Erzsébet, yo soy Bastián Drácula, hijo del rey de los vampiros de Corea del Sur y del hijo de Vlad Drácula, Vladimir Drácula — Hago aparecer un par de cadenas oscuras en mis manos —.Y tú eres mí enemigo.

Lanzo la primera cadena en su contra, ella lo esquiva y me mira.

—No quiero herirte...

—Eso lo hubieras pensado antes de haber manipulado a mí amiga Cordelia para poder volver al mundo.

Lanzo la otra cadena y ella la vuelve a esquivar.

—Está bien, comprendo qué no me quieras, y así cómo tú me ves cómo enemiga yo... de la misma manera te tengo qué ver a ti — Me dice apretando sus puños —.Tú eres mí enemigo, Bastián.

El Heredero De DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora