𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 45

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Hemos encontrado a la protagonista del cuento de hadas, Blancanieves, la enemiga número uno de la reina malvada. Después del encuentro con ella los tres fuimos hacia un bar cercano para poder hablar en paz.

—¿Estás diciéndome qué ustedes son de otro mundo?

—Así es, princesa, nosotros somos de otro mundo, muy pero muy diferente a esté, un lugar en dónde el beso del verdadero amor no funciona mucho — Respondió Lucifer.

—¿Y Ingrid fue hacia su mundo?, ¿Con qué objetivo?

—Con el objetivo de gobernarlo y hacerse con el control de la magia qué hay en el — Respondí —.Es por eso qué necesitamos esa cadena ya qué es la única forma en la qué el portal a nuestro mundo se abrirá.

—¿Y qué harán una vez estén allá?, ¿Enfrentarla?, no les va a funcionar, enfrentarla es algo qué ya he hecho en más de una ocasión, es demasiado poderosa.

—Tenemos nuestro propio poder, no te tienes qué preocupar por nosotros, Nieves.

—¿Qué tipo de poder?

—Uno qué está más allá de la compresión de esté mundo, pero te prometo Blancanieves qué la reina no volverá jamás a esté mundo, la planeamos retener allá para qué nunca más vuelva a lastimar a nadie — Le digo.

—Sí no hay reina, no hay problemas para ti, bombón, puedes recuperar fácilmente tú reino — Agrego Lucifer.

Ella se quedó bastante pensativa por unos pocos segundos por las palabras de Lucifer.

—¿De verdad ella jamás volverá?

—La encerraremos muy bien una vez la detengamos, te doy mí palabra, de príncipe a princesa.

—¿Eres un príncipe?

—Sí, lo soy, así qué puedes estar segura de qué Ingrid jamás volverá a esté mundo.

Ella saca una pequeña bolsa y la pone sobre la mesa.

—Ahí está.

Tome la bolsa, la abrí y vi la cadena en su interior.

—Muchas gracias, princesa Blancanieves, gracias por ayudarnos a volver a casa.

—Muchas gracias a ustedes — Ella muestra una sonrisa —.Gracias por liberarme a mí y a mí reino, son unos grandes héroes, espero qué su mundo esté bien.

Sonreí ante sus palabras y después asentí.

—Ok, ya la tenemos de regreso, volvamos con los demás — Dijo Lucifer con un tono de voz qué daba a entender qué estaba un poco molesto —.Quita esa sonrisa boba, Bastián Drácula, tenemos un mundo al cuál regresar.

Lo miré.

—Sí, tienes razón — Me pongo de pié para después mirar a la princesa —.Fue un verdadero placer conocerte, Nieves.

—El placer fue todo mío, príncipe Bastián.

Lucifer se pone de pié, se despidió de mala gana de la princesa y después ambos caminamos hacia la salida del bar. Ya en la calle lo tome del hombro derecho e hice qué me mirará.

—¿Por qué te portaste así?

—No me cayó bien.

—¿En serio?, por qué a mí sí, se me hizo una chica bastante agradable y hermosa.

—Es un personaje de cuento de hadas, Bastián, así qué no te confundas — Me da la espalda y se comienza a alejar de mí.

¿Y a esté qué mosco le pico?

El Heredero De DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora