𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 77

123 17 4
                                    

Ha pasado un día entero desdé qué llegué a Hungría, aún me siento sin palabras, descubrir qué en realidad no tengo dieciciete años sí no cuatrocientos diez y qué soy hijo de una de los peores asesinos seriales de la historia no es algo fácil de procesar.

También me encuentro preocupado por mis amigos de Canadá y por Lucifer, con la condesa sangrienta allá tengo miedo qué resulten heridos, tengo qué hacer algo, pero, ¿Qué?, en estos momentos no tengo ni la más mínima idea.

—Vamos Bastián, enfrenta la puta realidad — Me repito mentalmente mientras me encuentro recostado sobre la cama de la habitación qué Anna me había dado.

Quiero a mis papás... ya sé qué eso suena cómo de niño pequeño pero en serio los quiero conmigo.

—Cómo qué estás muy cómodo, ¿No?

Escuchó esas palabras, levantó mí cabeza de la almohada, me recargo en la cabecera y me topo con el vampiro abominación original.

—Vlad.

—¿Ahora ya no soy tú abuelo?

—En realidad eres mí tío.

—¿Qué? — Él me mira confundido —.¿Qué quieres decir con eso?

—Tú hermano, Mircea está aquí.

—¿De verdad?

—Sí — Asentí —.Él... él es mí padre.

Los ojos del terrible Drácula se abren dándome a entender qué había caído en un severo shock.

—¿Qué tonterías estás diciendo?

—No son ningunas tonterías, Mircea es mí padre, tú eres mí tío y mí papá... quiero decir Vladimir es mí primo — Baje la mirada —.Yo acabo de descubrir toda la verdad acerca de mí origen.

—Eso no puede ser.

—Y no te he contado la peor de todo, Erzsébet Báthory, ella es mí mamá.

—¡Qué!

—Soy hijo de Mircea Tepes y de Erzsébet Báthory, y tengo cuatrocientos diez años de edad...

Mí abuelo quedó más confundido de lo qué ya estaba así qué no me quedo otro remedio más qué contarle toda la historia.

—No puede ser...— Él se sienta a mí izquierda y también se recarga en la cabecera de la cama con sus brazos cruzados —.Es... realmente increíble.

—Yo no veo lo increíble en está situación.

—¿Cuál es tú verdadero nombre?

—Akos, es el significado de alcón en húngaro.

—Akos Tepes Báthory.

—No lo digas...— Me pongo de pié, camino hacia la ventana y me colocó frente a ella para ver el exterior —.Yo no soy Akos, yo soy Bastián Drácula — Llevo mí mano izquierda hacia mí rostro —Carajo, todo tiene qué ser una maldita pesadilla.

—No puedes perder la cabeza.

Retiró mí mano para mirar hacia Vlad.

—¿No te das cuenta acaso?, soy el hijo de la condesa sangrienta, de una asesina serial la cuál en esté momento anda tras de mí para asesinarme.

—¿Ella sabe qué eres su hijo?

—No, cómo te dije antes, ella la última vez me vio cómo un niño de dos años, no me reconoce, era por eso qué sentía algo familiar en ella... Erzsébet es mí madre — Me agachó y llevo mis manos hacia mí cabeza y cierro mis ojos —.Esto no puede estar pasando...— Mí voz se comienza a romper —Todo esto debe de estar mal, yo no puedo ser su hijo, no puedo, quiero a mis padres conmigo...

—Bastián — Escucho al conde delante de mí, abro mis ojos y él se agacha a mí altura —.Tienes qué estar tranquilo, no importa quién eres, no puedes perder la cabeza.

—No puedo dejar de pensar en ello, qué por mis venas corre la sangre de esa mujer, por favor dime qué les dijiste en dónde estoy.

—Sí, lo hice, ellos ya vienen en camino, me enviaron para hacerte compañía, no te pienso dejar solo en lo qué ellos llegan.

—¿Tienes idea de lo qué siento?, ¿Cómo voy a ver a Vladimir ahora?, ¿Cómo mí papá o mí primo?

—Lo verás cómo siempre lo has hecho, cómo la persona qué te crío, lo verás cómo lo qué es... tú padre.

—Me será difícil...

—Claro qué te resultará difícil, pero lo lograrás, eres mí nieto, ¿No? — Me sonríe.

—Sí — Asentí —.Lo soy.

—Ese es el Bastián qué conozco, así qué arriba, no puedes quedarte en el suelo.

Volví a asentir y me puse de pié al igual qué Vlad.

Escuchó cómo tocan a la puerta.

—Adelante.

La puerta se abre y veo entrar a la anciana Anna a la habitación. Ella traía consigo un esmoquin color negro.

—Hola.

—Hola, señora Anna ¿Sucede algo?

—Oh por favor mí niño no me digas señora, ¿No prefieres llamarme abuela? — Camina hasta llega a mí.

—Necesito tiempo, aún estoy procesando las cosas.

—Está bien, comprendo te daré tiempo, mirá te he traído esté esmoquin.

—¿Para qué?

—Para el baile de mascaras qué se dará está noche en tú honor.

—¿En mí honor?

—Sí, tú padre quiere celebrar tú regreso y a organizado un baile, verás qué será muy divertido Bastián — Ella me entrega el esmoquin —.Los bailes de máscaras qué organizamos siempre se ponen muy interesantes.

—No creo qué sea buena idea.

—¿Por qué lo dices?

—No me siento bien para bailes, quiero regresar a Corea.

—Cariño...— Ella acarcia mí mejilla derecha —.Comprendo lo qué sientes de verdad, pero tú también comprende a Mircea, pasaron siglos separados, él quiere acercarse a ti, y cree qué el baile de mascaras es lo ideal, dale la oportunidad, ¿Sí?, sí necesitas tiempo para verlo cómo padre, velo cómo un amigo, solo hasta qué estés listo, una vez qué el baile pase prometo qué te llevaré con tus padres adoptivos.

—¿De verdad?

—Es una promesa de la reina, y yo siempre cumplo mis promesas, tesoro, así qué ponte el esmoquin, ¿Sí?

—Está bien, lo haré.

—Buen chico, vuelvo por ti dentro de un rato.

—Sí.

Ella camina hacia la puerta, sale y la cierra.

—¿Ella es la reina de los vampiros? — Me pregunta Vlad.

—Sí, y la madre de Erzsébet.

—Kai y Vladimir ya vienen en camino, mientras los esperas disfruta del baile de mascaras, te vendrá bien para despejar tú mente.

—¿Me prometes qué no te irás?

—Te lo prometo, estaré a tú lado en cada momento.

—Gracias, abuelo.

—De nada.

El Heredero De DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora