Amores Anónimos.

54-Ultimatum.

—¡Reacciona! —.

Algo dentro de su ser lo hizo pensar de prisa y el temblor en sus piernas se fue de golpe, recorrió todo el lugar y cuando estuvo seguro de todo avanzó hasta una puerta que daba al exterior del edificio. Caminó firme y sin detenerse, pero cuando estaba a pocos metros de salir victorioso vio a tres agentes de pie en la salida, no lo pensó dos veces y regresó por dónde había entrado, del otro lado los oficiales se había reunido frente a la puerta dándole la espalda. Con todo el sigilo que pudo avanzó hasta quedar cerca de la puerta y se ocultó tras un contenedor de basura que estaba ahí.

—¿Estás seguro de que el otro no estaba? —.

—Al cien por ciento, tiene que estar en el departamento o en algún otro lado —.

—¡Regresa a su piso y revisa los sanitarios, también todos los grupos a su alrededor, yo voy a informar al teniente, vamos ya o este se nos puede ir! —.

El oficial subió las escaleras por dónde había llegado y los otros salieron por la puerta del estacionamiento, Dant fue tras ellos ocultandose entre los autos que muy cerca unos de otros, estaban. A escasos metros de llegar a la salida pudo ver cómo otro grupo de uniformados custodiaban la puerta por lo que salir de ahí no sería nada fácil. Sacó su teléfono al tiempo que avanzaba hasta el lugar más alejado de la entrada, marcó un número y del otro lado comenzó a sonar.

—¿Estás bien? —.

—¡¿Que está pasando, por qué te saliste así de clases?! — Sebastián estaba nervioso y el temblor en su voz hizo que Dant se sintiera mal por haberlo dejado solo.

—Solo vine a ver qué está pasando con los militares que llegaron a la escuela, al parecer no es algo importante, en cuanto se les avise que pueden salir alcanzame en el estacionamiento, te estaré esperando —.

—Si, está bien pero no... —.

—¡Silencio! — lo interrumpió Dant al tiempo que bajaba el tono de voz hasta convertirlo en susurro —. Has lo que te dije, aquí nos vemos —.

Sin escuchar la confirmación del otro lado cortó la llamada y se ocultó ahí donde estaba lo más que pudo ya que en ese momento escuchó la voz del teniente y los pasos de varios hombres que lo acompañaban.

—¡¿Sigue sin aparecer?! — interrogó a un oficial que les había salido al paso y que al parecer era el que estaba a cargo de buscarlo en los pisos superiores.

—Señor, el edificio es muy grande hay pisos que aún no hemos revisado nesesitariamos de todo el apoyo para hacerlo cuánto antes —.

—Está bien, vamos todos a cerrarle la salida a este tipo, es muy peligroso, así que con mucho cuidado ¡Vamos todos a los pisos superiores, abandonen las salidas vamos a acorralarlo donde tiene que estar! —.

El númeroso grupo de uniformados siguió al teniente y Dant, oculto donde estaba, pudo escuchar el sonido de sus pasos perdiéndose en la distancia. Vio su teléfono, esperó exactamente dos minutos y medio, respiró calmado y comenzó a caminar entre los autos, mirando a su alrededor con suma precisión y atento a cualquier sonido extraño que pudiera surgir; llegó a la salida espero un momento más, sacó su teléfono, abrió sus redes sociales y bajó la mirada hacia la pantalla al momento que comenzaba avanzar como si estuviera absolutamente concentrado en lo que veía pero al mismo tiempo alerta a todo lo que sucedía a su alrededor.

No avanzó más de diez pasos cuando sin previo aviso varios uniformados le apuntaron con armas largas, haciendo que por un momento Dant no diera crédito a lo que había pasado, levantó la mirada y vió ahí al teniente James y al verlo lo comprendió todo. Ellos sabían que estaba en el estacionamiento, habían revisado ya los pisos superiores y no lo habían encontrado, era obvio que estaba en algún lugar esperando escapar y lo sabían, por eso la farsa de buscar en los demás pisos, dejaron la entrada libre para que el saliera y mientras los demás subían las escaleras el teniente y otro pequeño grupo se habían desviado a la otra salida por dónde el había intentado escapar antes, querían hacerle creer que podía escapar y lo habían logrado. Dant alzó las manos y miró de frente al teniente, éste lo miró también y avanzo hasta tomarlo del brazo.