5-Difuso.

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Dant:

Por un momento me quede estático, luego, mi corazón latió con desesperación y el nudo en mi pecho terminó por saturar todo mi cuerpo. Llegué hasta la cama y con delicadeza toqué su rostro. Era él. Estaba vivo. Su respiración era lenta y apesadumbrada. Recorrí su cara con mis dedos para cerciorarme que no era una ilusión porque aunque lo estuviera viendo mi mente no podía creerlo.

¿Como era eso posible?... Yo lo vi cerrar sus ojos e inyectarse ese veneno y después la explosión en esa parte del bosque donde el se encontraba. No había manera de saberlo solo preguntándomelo así que lo tome en mis brazos y me metí en su cama mientras besaba su frente y sentía el calor de su cuerpo junto a los débiles latidos de su corazón. El seguía dormido y lo abracé con mas fuerza.

-A... Ag...- su voz débil intentaba decir algo -. Agua -.

-¿Quieres agua?-.

Sentí su asentimiento en mi pecho y me bajé de la cama para después volver con un vaso con agua. Sus ojos ya los había abierto por completo y lo ayudé a sentarse. Vi como se tomaba toda el agua y cuando terminó solo me dio el vaso y lo acomodé en el buró mientras me recargaba de la pared. Su mirada terminó sobre el piso y sin decir nada por varios minutos en los que el silencio por parte de ambos solo se veía interrumpido por su respiración.

-¿Estás bien?- le pregunté cuando sentí que el silencio se había vuelto muy incómodo.

Por primera vez su mirada regresó a verme. Se veía triste y como respuesta solo asintió en un movimiento casi autómata.

-¿Que fue lo que pasó?- le solté sin mas.

El solo movió su cabeza negando al mismo tiempo que me respondía con su débil voz.

-No lo sé - estaba a punto de decirle algo mas cuando el siguió -. Yo... Estaba... ¿Muerto?-el me miró con el desconcierto dibujado en su cara.

-¿No lo recuerdas?-.

-Todo... Es... borroso... Estaba en el bosque... Tu y yo...- el me miro y en sus ojos las lágrimas aparecieron.

Corrí abrazarlo y su cara quedó en mi pecho mientras lloraba amargamente. El dolor en su llanto me partió el corazón en miles de pedazos y solo me quedé en silencio apretando su cuerpo contra el mío.

Hasta que se cansó de llorar estuve a su lado sintiendo el calor de su cuerpo, un calor que había extrañado tanto.

-Después que me inyecté el veneno - dijo con su voz todavía pegada a mi pecho -. Los uniformados que nos seguían llegaron a mi y cuando se marcharon uno de ellos cargó con mi cuerpo y me sacó del bosque -.

Aquella información de pronto me sobresaltó y lo aparté de mi pecho para mirarlo.

-¡¿Lo viste a la cara?!-.

-Estaba cubierto con esa misma máscara que nosotros usamos -.

-Pero como es que...-.

-No lo sé... Cuando desperté estaba dentro de una sala con luz blanca cubierto con una sábana y con sueros en mis brazos -.

-¿Reconociste el lugar?-.

-No. Inmediatamente se dieron cuenta que había despertado entró una enfermera e inyecto algo en el líquido conectado a mi brazo. Me dormí y cuando desperté estaba aquí -.

Las palabras salían de su boca como si las ganas lo hubiesen abandonado. Lo abracé de nuevo y deje que sus lágrimas gotearan en mi pecho.

-Tengo miedo - dijo suspirando.

-Ya pasó... Ya...-.

-Dant... Matamos a esos hombres que nos perseguían... Y al hombre que raptamos... Somos asesinos Dant... Ya no quiero... Ya no-.

Sus lágrimas me partieron él corazón y lo peor de todo es que no podía prometerle que esto se acabaría, que todo estaría bien, porque muy dentro de mi sabía que no acabaría, que nada estaría bien y él día menos pensado la muerte llegaría por nosotros. No podíamos rendirnos ni volver atrás, teníamos que seguir, ser fuertes y vivir día a día como si fuera él último.

-Sabes que te amo ¿cierto?- el asintió en mi pecho -. Y si hubieras muerto nunca me lo habría perdonado. No lo vuelvas hacer por favor fue una estupidez de tu parte suicidarte sabiendo que juntos podíamos encontrar la solución -.

-Lo siento - dijo -. Pero en ese momento solo quería salvarte y dejar atrás todo nuestro sufrimiento. Quería que acabara -.

-Yo lo sé muy bien y no sabes cuantas veces he pensado en terminar con todo pero me detiene él saber que estás aquí conmigo y mi hermano, mi pequeño Zack. Además ellos no nos dejarán morir así como así. Se encargaran de mantenernos vivos para recordar que no nos pertenecemos y que nuestra vida es suya -.

Inmediatamente él se apartó de mi exaltado y me miró.

-Esas palabras... Lo último que dijiste... Tienes que vivir, nos perteneces, tu vida es nuestra. Escuché esas palabras mientras estaba inconsciente. Intenté abrir los ojos pero la luz blanca me lastimaba, recuerdo la bata blanca de ese tipo y él gafete con su foto que colgaba de su pecho. Era un rostro borroso junto a un símbolo como una cadena de ADN color azúl -.

-¿Estás seguro?-.

-No lo sé. No estoy muy seguro. Tal vez fue un sueño o una alucinación -.

Estaba alterado y lo intenté calmar abrazándolo.

-Ya, no pienses en eso. Vamos a dormir ¿quieres?- le dije al tiempo que él asentía.

Nos acomodamos, él dándome la espalda mientras lo abrazaba. Sentía su respiración subir y bajar en total silencio con un profundo sueño. Lo besé suavemente mientras nos cubría con la manta hasta quedarme dormido yo también.

No sentí como pasó la noche hasta que mi alarma sonó y con él cuerpo adormilado me paré.

-Amor. Despierta es hora de ir a clases - cuando toqué su lado de la cama solo había vacío -. ¿amor?-.

Le grité en dirección al baño y no contestó. Me puse de pie inmediatamente, cuando toqué él piso me resbalé y caí sentado justo para ver que era sangre con lo que había resbalado. Intenté gritar de terror pero él sonido no llegó a salir de mi boca porque frente a mi estaba Sebastian tirado boca abajo con varios tiros en la espalda mientras la sangre escurría formando un charco a su alrededor.

Los capítulos se van a ir alargando como seguramente ya se dieron cuenta... Quisiera saber su opinión sobre esta historia... Los leo ...

Amores Anónimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora