27-Últimas Palabras.

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—Corta el cable negro y rojo al mismo tiempo — la voz de Matthew tras el auricular hizo que Dant se fijara mejor en la caja llena de cables multi colores.

Con sumo cuidado  los separó y cortó casi al mismo tiempo de acuerdo a la indicación.

—Ahora sácalo de ahí — ordenó.

Sebastian dudó un poco y lo miró con esa inseguridad en su mirada que siempre lo había caracterizado.

—No quiero hacerlo Dant — dijo al fin.

—Tenemos que hacerlo — las palabras de Dant tenían ese algo que a Sebastian siempre terminaba por convencerlo.

Ésta vez no sería la excepción pues estaba nervioso con todo aquello porque sabía que después de extraer aquél chip ya no habría marcha atrás, el sistema de seguridad crearía un cierre total en todo el edificio y tenían que ser rápidos para no quedar atrapados y por si fuera poco, los guardias estarían mas atentos que cuando entraron.

Él esperó un momento al tiempo que respiraba con más calma intentando con eso darle tranquilidad a los nervios que lo invadían. Cuando finalmente se sintió preparado contó hasta tres y extrajo el chip de aquél cajón lleno de circuitos electrónicos; en cuanto lo hizo, rápidamente una luz verde pasó a convertirse en roja y para ese entonces Dant y Sebastian ya corrían por los pasillos del edificio.

—¡Corre más rápido!— exclamó Dant tomando el chip de las manos de Sebastian para después guardarlo en un estuche.

La luz roja intermitente se reflejaba en las paredes y ventanas junto a un sonido de alarma que fue creciendo gradualmente hasta ser lo único que se escuchara mientras ambos corrían esquivando puertas, evitando caídas en los pasillos y con el corazón latiendo frenético en cada pisada.

—¡Hay tres agentes a diez metros a su izquierda, vayan a la derecha y en la primera desviación corran hacia las escaleras! — ordenó Matt a través del auricular y ambos se miraron mientras cambiaban el curso de su huida.

Apenas al desaparecer por el pasillo llegaron los tres agentes vestidos de negro y armados.

—¡Van por las escaleras, son dos enmascarados, corran a su posición! — ordenó él mas alto de ellos mientras seguía por donde Dant y Sebastian se habían perdido.

—¡Hay agentes corriendo hacia las escaleras vayan hasta la primera puerta a la derecha, rápido! — ambos obedecieron.

Sebastian estaba cansado y cuando Dant cerró la puerta tras ellos pudo calmar su respiración mientras los pasos de los uniformados pasaban de largo a toda velocidad.

—Sigan en esa dirección lo mas rápido que puedan —.

De esa manera ambos bajaron piso tras piso, con los guardias tras ellos y sin detenerse a mirar atrás.

—¡Alto ahí, detengánse! —.

El grito del hombre a sus espaldas los hizo detenerse justo cuando ya estaban en el estacionamiento y cerca de llegar a su auto. Ambos se detuvieron al oír como le quitaban el seguro a sus armas y por el espejo de un auto Dant pudo ver como tres guardias de seguridad les apuntaban.

—¡Arriba las manos y dejen las armas dónde podamos verlas!— volvió a exclamar el tipo mientras se acercaban a ellos apuntándoles y con una lentitud calculada.

Los dos alzaron las manos lentamente con las armas agarradas por el pulgar.

—Dant...— susurró Sebastian con un temblor en su voz bajo la máscara.

—Lo sé, estoy pensando... Matt, ayuda —.

—¡Los demás agentes están bajando al estacionamiento y si no lo deciden pronto van a estar rodeados, decidan pero ya!—.

Amores Anónimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora