Amores Anónimos.

56-El Poder De Tenerlo Todo.

—Dame una razón, una sola razón para creer en ustedes y saber que vale la pena estar de su lado —.

—No tiene que estar de nuestro lado, sino del lado de miles de personas a las que tenemos que salvar, todos estamos aquí, luchando contra ellos, vamos hacia la misma dirección y si no peleamos con todas nuestras fuerza ellos habrán ganado como siempre lo hacen. Si quiere odiarnos, hagalo, no puedo impedirlo y lo comprendo pero al menos en esto creo que estamos del mismo lado —.

Adam lo miró a los ojos, muy seriamente, luego vio a Dant y finalmente recordó a Nic, a Lisa, a Susan... El sentimiento lo embriagó y por primera vez fue capaz de ver aquél lado que no había visto nunca. El verdadero culpable aun estaba tras la mascara, aquellos dos chicos solo era instrumentos para un fin, a quien tendría que destruir sería al titiritero que movía los hilos tras ellos.

—Tienes razón... — exclamó finalmente —. Pero eso no quita que ustedes me hayan jodido la vida, sea por voluntad propia o forzados pero eso jamás lo olvidaré —.

—Y no pretendo que lo haga, nosotros también cargamos con esa responsabilidad y cada día estamos luchando para salir de toda esta mierda en la que estamos metidos, así sea lo último que haga—.

—Está bien, los apoyaré en lo que haga falta y tengan por seguro que juntos vamos a llegar hasta ese maldito que nos ha jodido la vida a todos, solo quiero que les quede claro que nunca seremos amigos ustedes y yo, sigo pensando lo mismo que siempre, son un par de criminales y nunca dejarán de serlo pero mientras estemos del mismo lado no intentaré nada contra ustedes —.

Adam le dio la mano a Sebastian y después a Dant, este sin mucha confianza se la tomó. El teniente James los estaba observando, los miraba a todos detenidamente sin decir nada.

—Ahora que estamos aquí aclarando algunos puntos me gustaría hacer algunas preguntas, ya se que me dijeron que no dirían nada más pero es una sospecha que tengo y si ustedes pueden aclararmela se los agradecería mucho y también sería de suma importancia aclararla tanto para ustedes cómo para nosotros —.

—¿De que se trata? — exclamó Dant.

—¿El secretario de defensa está con Alcatraz? —.

—No lo sé, hay una regla dentro de Alcatraz y esa es que ninguno de nosotros nos conocemos entre sí, puede ser o no pero no tenemos manera de saberlo, lo único que sabemos es que hay personas de muy alto rango metidas en todo eso, hubo alguien que nos ayudó a infiltrarnos en la casa del candidato Jackson Torres para asesinarlo, ese alguien nos permitió la entrada como reporteros en las torres Hourne el día que secuestramos a Nicholas, esa misma persona informó a Alcatraz sobre que Susan Smitch fuera una infiltrada del gobierno en la universidad y nos dejara el camino libre para capturarla, esa y muchas cosas más que no puedo seguir diciendo ahora —.

—Ya veo...— exclamó el teniente James pensativo —. Para poder hacer algo así solo una persona con suficiente rango en las filas del gobierno podría hacer eso, hay varios por arriba de mi y cualquiera pudo hacerlo pero yo definitivamente creo que pudo ser el y si así fuera entonces el sería responsable de la muerte de Susan; cuando ella fue descubierta le pidió ayuda para sacarla del país y lo único que hizo fue prometerle cosas que no pensaba cumplir porque ya la había vendido y con eso ganaba tiempo para que ustedes pudieran capturarla, eso si lo recuerdo bien, yo estaba presente cuando ella se comunicó con el y le dijo que había sido descubierta, maldito traidor hijo de puta — Adam estaba serio pensando y James estaba furioso.

—Supongo que así fue ... — contestó Dant al tiempo que intentaba recordar —. Alcatraz nos dio la estrategia ya hecha con ubicaciones de todo el escuadrón que estaría custodiándola, incluso había minas ya puestas, el plan se jodio cuando los que se supone la custodiaban atacaron sin que lo esperáramos puesto que las órdenes era solo someterla a ella ya que los guardias se harían a un lado, todo estaba planeado desde adentro —.