47-El Rostro Del Enmascarado.

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—Aun no entiendo como fue que pasó esto —.

Dant abrazó a Samanta y sus cabellos verdes, azules y morados se revolvieron al hundir la cara en su pecho mientras sollozaba. En la cama estaba Matthew envuelto en sábanas blancas con unas mangueras saliendo de su boca y otras adheridas a su nariz. El monitor a su derecha emitía sonidos de forma regular y las luces verdes en la pantalla parpadeaban al compás del sonido.

—No lo sé, te juro que no se que hacía a esa hora afuera de su casa, yo estuve con él una media hora antes y me dijo que se dormiría ya, te juro que no lo sé — las lágrimas en sus ojos eran tal que incluso Dant se conmovió y le dolió ver a su amigo ahí.

—Tenemos que esperar a que despierte y el mismo lo dirá —.

—Ojalá lo haga, su estado es critico y aun no se sabe si va a despertar en unos días o en algún tiempo — los sollozos contrastaban con la fuerza de su agarre hacia Dant —. Sufrió varias fracturas y tuvieron que operarlo de emergencia al tener coágulos de sangre en el cerebro, a mitad de la operación le dio un paro cardiaco y entró en coma, si no muere puede despertar y convertirse en un vegetal o no despertar jamás —.

Ambos se abrazaron con mucha fuerza y lloraron desconsoladamente: ¿como de repente todo había cambiado? Se preguntó Dant al mismo tiempo que la cara de su mejor amigo aparecía en sus recuerdos. En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entró una mujer de edad mas o menos avanzada, o al menos eso parecía, era pequeña de estatura, ojos cafés llenos de lágrimas tras unos lentes idénticos a los de Matt y con un mechón de su pelo encanecido que, apenas al ver a Dant y Sam, se apartó de la frente. Era la madre de Matthew. Dant se separó de Sam y fue a abrazarla a ella.

—Lo siento mucho señora — susurró entre lágrimas al tenerla pegada a él —. Si hay algo que yo pueda hacer cuente conmigo —.

—Gracias hijo — agradeció ella para, después de un momento, separarse.

Cuando la mujer se acercó a su hijo Sam aprovecho para tomar de la mano a Dant y llevarlo hasta la esquina más alejada de la habitación.

—La cuenta del hospital es ya impagable para ellos y quisiera ver si tu pudieras ayudarlos — Dant asintió.

—Si, yo me encargo de eso —.

—Muchas gracias, no sabes lo que significa para gente como nosotros el que tu nos ayudes —.

Dan solo le acaricio la mejilla y la llevó a su pecho para después besar su frente.

—¿Vas a estar bien? — la interrogó al tiempo que la tomaba de la barbilla para que lo mirase.

—Si. Lo estaré, muchas gracias por venir —.

Dant solo permaneció unos minutos más en la habitación y después de despedirse de Matt llamó a su mamá para llevarla afuera. Sam los miró irse y cuando el sonido de la puerta le indicó que ya estaba sola, las lágrimas que había estado conteniendo estallaron.

—Tienes que despertar ... — pidió, acariciando el rostro estático de Matthew —. Tienes que vivir para estar conmigo, yo te amo, siempre te he amado y si yo pudiera tomar tu lugar para que tu estuvieras feliz con gusto lo haría, por favor bebé, tu eres fuerte, ahora más que nunca tienes que serlo, por favor mi nerd, mi sexi nerd, despierta —.

Ella se abrazó a su cuerpo con todas sus fuerzas y lloró, lloró tan amargamente, como nunca lo había hecho.

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—Muchas gracias por todo esto joven yo... —.

Las lágrimas humedecieron los ojos de la pequeña mujer y estaba a punto de llorar al ver aquél gesto que Dant había tenido con ellos al pagar la cuenta del hospital, no podía creerselo y al mismo tiempo no tenía palabras para agradecerle.

Amores Anónimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora