Capitulo 3

90 9 1
                                    


Fui hacia mi lugar, miré a Rosé, pero ella ni siquiera volteo a verme, se veía molesta.


— Tal vez solo está un poco molesta...— Mire mi carpeta— Te...odio Lisa— Maldije.


Me quede dormida en la carpeta, las clases ya habían terminado, estaba sola en el salón, Rosé no me despertó, me encontraba sola...


Me dirigí a casa, tenía la mirada apagada.


— Hola Jen, ¿Qué pasa? ¿Peleaste con Rose otra vez? — Me dijo mi mamá

— ¿Por qué piensas eso? — Respondí.

— Casualmente, cuando peleas con ella, siempre traes la misma mirada hija— Me abrazó— Las cosas se pondrán bien con tu mejor amiga— Trató de consolarme.

— E-es que ella, a-ah, e-ella— No pude hablar por los nervios y dolor que me consumían.

— Tranquila, tranquila— Me llevo hasta el sofá y acaricio mi cabello— Todo estará bien hija.

— Ella ni siquiera me buscó, no me habló...— Me empezaron a doler los ojos por contenerme y no llorar—. Iré a mi habitación.


Fui hacia mi pieza, me quede viendo el celular, a esperar que ella me llamara, poco a poco me quede dormida de nuevo.


El celular comenzó a sonar

Me levante rápidamente, es un número desconocido «Tal vez sea ella llamando desde otro teléfono», deslicé la pantalla.

— Hola, Kim, estoy afuera de tu casa, ¿Puedo hablar contigo? — rio

Ah... sos tu— me quede callada un momento— No.

Pero ¿Por qué?, ¿somos amigas verdad?

Solo no.

Ash vamos, si no lo haces gritaré— Dijo con risas

Eres... ahh— Salí de mi habitación, por suerte mi mamá ya había salido a trabajar.



— Hasta que saliste, vi a Rose ebria por ahí, es raro verla sola, por eso pedí tu dirección en la oficina de la secretaria de la universidad y vine a buscarte—. Dijo sacando un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta, lo prendió  y empezó a fumar— ¿No vas a ir a buscarla?— Dio una calada.

— ¿Eh...?, si, si— Tosí un poco por el humo que por el viento llego a mi cara.

— ¿Quieres uno? — Ofreció.

— No, claro que no— Negué al instante.

— Al menos pídeme disculpas por golpearme esta mañana ¿no? — Se sentó fuera de mi casa recostándose en la pared, estaba dispuesta a quedarse ahí.

 «No la conozco del todo pero ya me cae mal» rodé los ojos

— Te voy a acompañar, Rosé es capaz de todo, puede golpearte— Dijo.

— Ella no... n-no lo haría...— Negué nuevamente.

— ¿Quién sabe? — Me tomo de la mano— V-ven— Vi que se sonrojo un poco.

Caminos diferentes [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora