Caminos diferentes [Jenlisa]

Capítulo 20

Jennie 

— En mi lista de sueños tengo resaltado ser famosa y tener muchos fans, tomarme fotos para la revista W korea— pronuncié con una sonrisa mirando hacia la nada.

— No sé qué es más ridículo, que tengas una lista de sueños o tu sueño— Lisa carcajeó.

Estábamos en camino a ese lugar, ese hermoso lugar, al que decidimos bautizarlo como "camino", porque por ese camino entre los árboles, se llegaba a ese paisaje, nos habíamos ido de la universidad y aunque eso me costaría muchas consecuencias con mi madre, creía por un segundo que por la rubia valdría la pena. Después de lo ocurrido ayer, ella y yo nos quedamos en el mismo lugar hablando durante algún tiempo hasta que se calmara y sus ojos dejaran de estar hinchados. La herida de su labio seguía siendo notable, aunque ya estaba cada vez más sana.

— Al menos uno ya se hizo real— presumí con una sonrisa.

— ¿Ah sí? Dime, ¿Cuál? — inquirió elevando una la comisura de sus labios.

— Hacerte reír— confesé.

Por un segundo pensé que su rostro cambiaría por completo a uno serio y sin ganas de seguir escuchándome. Su rostro si cambió, pero en lugar de eso, su sonrisa se hizo más grande causando que su hoyuelo se remarcara con más profundidad.

— Estás loca, Kim. — volvió a reír.

— ¡Y dos veces! — grité de emoción.

Nuestras carcajadas se unieron creando un perfecto sonido para mis oídos, sabía que la suya hacía de este momento aún más especial. Ella se detuvo intentando recuperar su respiración, una vez que lo consiguió habló:

— Interesante, cuéntame, ¿Cuáles son tus otros sueños en esa lista?

— ¿Estás segura? Puede ser que te aburra— advertí—. Te conozco, puedo llegar a aburrirte y termines diciéndome algo déspota.

— ¿En qué concepto me tienes? — se ofendió—. Vamos, quiero escucharlo.

— Bien— asentí, toque mi mejilla con la palma de mi mano—. Conocer a Rihanna, practicar paracaidismo y buceo, ser roseada con polvo de hada, ya sabes, de la de Tinker Bell— enumeraba cada uno de ellos con mis dedos, Lisa solo sonreía entretenida, sus ojos tenían una pizca de diversión, me prestaba toda la atención, me escuchaba y eso me hacía feliz—. Hacer un muñeco de Nieve y que dure semanas sin ser destruido, componer una canción en inglés, bañarme en una cascada, casarme y ser feliz con Ros...— Cambie rápido de oración, no quería que Lisa escuchara eso por alguna razón—. Me gustaría encender fuegos pirotécnicos...

— Espera— me interrumpió. ¿Nunca has encendido uno? — Lisa pregunto incrédula, yo negué—. ¡Por Dios, Kim!

— Mi madre los detesta— me defendí—. Ahora te toca a ti, ¿Cuáles son los tuyos?

— Yo no tengo sueños— respondió al instante sin pensarlo.

— ¿Por qué?

— ¿Para qué tener sueños? Muchos suelen romperse, un sueño es algo que es inventado para tener una meta con la cual seguir adelante y darle sentido a tu patética vida, ¿de qué sirve vivir a base de mentiras? Los sueños fueron creados para ocultar la realidad de uno. Los humanos somos imbéciles y crédulos.

— Uno se cumplió y fuiste tú quien lo hizo.

— Claro—dije en un sarcasmo—. Qué casualidad que lo tenías en tu lista, ¿no?