Capítulo 22

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Jennie



Rosé llegó hace días, me sentía emocionada, aunque no la vi personalmente, porque solo está aquí para prepararse y tomar un examen, ella es famosa.

Sí, lo vi en internet, ella es toda una celebridad, cumplió su sueño.

Siempre hay gente alrededor suyo cuando camina por los pasillos.

Me sentía mal porque no vino a buscarme en estos días, ¿Ya termino todo entre ella y yo?, era la única pregunta que rondaba mi mente. No compartía ninguna clase con ella. Antes, cuando hablábamos por chat, apenas y le decía un ¿Cómo estás?

Ella decía que estaba ocupada y que lo sentía. Creo que también empezare desde cero con Rosé, como si nada hubiera pasado, duele pero es la verdad.

Caminaba sin prestar atención y esquivando a uno que otro estudiante, me dirigía a las gradas. Hoy era el último partido de Hoyeon, se ira a New York, ¿por qué todos se alejan?

Primero Rosé, ahora Hoyeon.

Las gradas de llenaban poco a poco mientras pasaban los minutos. El último deseo que me pidió Hoyeon fue que estuviera cerca para que fuera su amuleto de suerte, según ella.

Jisoo no asistió a la universidad hoy, ayer tuvo una cita, con alguien, dijo que estaba cansada, al parecer estos días no estuve mucho con ella.

Sobre el beso con Lisa. No le había mencionado a nadie, por dos cosas; no tenía a quien y realmente prefería guardar aquel acontecimiento para mí. Después de eso, Lisa no mencionó nada, el ambiente se puso incómodo y preferí huir del lugar, no asistió los últimos dos días de la semana al instituto y me preocupaba como de igual manera me hacía sentir mal. Tan solo recordar aquella escena me daba golpes mentalmente.

El lugar estaba lleno, solo se esperaba a que el juego empezara para que todos los gritos de los espectadores se hicieran presente apoyando a cada equipo. Hoyeon había estado a mi lado estos últimos días, en la hora de comer, en los horarios libres y acompañándome hasta mis clases cada que tenía tiempo, era algo muy tierno de su parte, ya no me ponía tan nerviosa cada vez que sacábamos algún tema de conversación, ahora nuestras platicas fluían con más serenidad y confianza, aunque sabia que se iba a ir, pero todo estaba bien

Quería creer eso.

Sentí como alguien se sentó a mi lado y por instinto volteé hacia la persona. Fruncí el ceño al ver a la rubia a lado mío con dos vasos de refresco mirando hacia la cancha. No mencionaba nada, solo estaba allí con su mirada entretenida al frente.

— ¿Qué haces aquí? — Me atreví a preguntar sonando un poco grosera.

— Vine a ver el partido, el aire el libre, ¿no, Kim? — respondió sin mirarme.

— ¿Viniste a ver como se satisfacen humillando a otros? — contraataqué con las mismas palabras que me respondió el día que me mostro el camino.

Lisa volteó a verme y sonrió de lado, levante una de mis cejas y su sonrisa se agrandó aún más.

— Y a ver como pierde la universidad— completó suspirando—. Ten.

Ella ofreció acercándome un vaso de refresco.

— Casi nunca pierde nuestro equipo de baloncesto— defendí, porque era verdad, solían ganar casi todas las temporadas—. ¿Me compraste una?

— Tú lo has dicho «casi nunca» quizás hoy sea su día de mala suerte— mofó diciendo comillas—. Y en realidad, estaban a promoción, dos por uno. Ofertas así en la vida no se deben rechazar.

Caminos diferentes [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora