Caminos diferentes [Jenlisa]

Capítulo 26

Jennie

Se suponía que debía estar con Rosé ahora mismo en alguna parte de la ciudad donde fuera que ella quisiese llevarme, con muchos lujos, en primera clase y oyéndola cantar, pero todo se arruino después de discutir en la universidad por lo que ocurrió en mi casa. Me había echado en cara que desde que estoy con Lisa eh cambiado mucho y que prefería a la rubia que a ella cuando era mi novia, por más que intente hacerla entrar en razón diciéndole que Lisa estaba mal, ella solo soltó todos los pensamientos que tenía sobre la chica.

Llegando al grado de llamarla drogadicta y una persona que solo buscaba atención.

Ahora era yo la enojada con ella. ¡Ni siquiera la conocía! ¡No sabía nada de Lisa para que opinara sobre ella! Días antes le exigí que me dijese sobre lo que había hablado con Lisa, me respondió en un gran grito con un « ¡Déjame en paz!», decidí ignorarla... Y ella a mí. Algo que al parecer no era tan difícil para ninguna de las dos.

— ¿Me estas escuchando?

Moví mi cabeza hacia Lisa y le dediqué una mirada penosa. Había llegado a mi casa con una sonrisa invitándome a salir a la oscuridad de la noche, acepté porque no me encontraba del todo bien.

— Lo siento— arrullé abrazándome a mí misma.

— ¿Estás bien? — La chica se acercó un poco a mí. No quite mis ojos de los suyos—. Kim...

— Rosé se enojó. Nos hemos peleado una vez más— murmuré cabizbaja.

Lisa llevo su mano a mi rostro y con las yemas de sus dedos acaricio la comisura de mis labios.

— Hey...— susurró—. No me gusta verte así.

— Me molesta que se comporte tan insípida y cabezota— mascullé.

— Tranquila. Solo está celosa, yo igual lo estaría si se tratara de ti— susurró. Guarde silencio durante unos segundos mientras Lisa me miraba y yo a ella, su entrecejo se frunció y ladeo la cabeza—. ¿Y Jisoo? Esta semana no la vi contigo.

Volqué los ojos y di un suspiro profundo. No quería amargar la noche, pero la rubia ya lo había sacado al tema, aunque no la culpaba. —Tuvimos una pequeña discusión. —Me encogí de hombros y mordí mi labio inferior.

Jisoo me dijo cosas malas de Rosé, como si quisiera que terminara con ella, y así empezó la pequeña discusión.

— Creo que no ha sido mi mejor semana.

Era verdad. No lo había sido, y tal vez vendrían más cosas, algo me decía que este año no sería el mío, no me trataría con delicadeza, hasta creo que tendría que preparar mi ataúd por si al caso.

Lisa dio unos cuantos cortos pasos a mí, por mi mente pasó la idea de que me besaría, pero nunca hubo contacto de sus labios con los míos. Arrastró su mano por mi mejilla y acarició mi cabello, me dio una media sonrisa de lado para después entreabrir sus rosados labios.

— Quería que fuéramos el viernes a un lugar, pero yo sé que te gustará esto... Aun tu no estés enterada— musitó, mirándome de una forma tan sencilla como si aquel acto fuese lo más inocente que tuviese—. ¿Y sabes por qué lo sé? Porque nadie te conoce mejor que yo.

Aquello hizo que algo en mi interior se removiera, como si un click hubiese hecho en algún lugar de mi corazón y moviera todo, así como mis pensamientos, el pequeño sonrojo se apoderó de mis mejillas, aunque después su frase volvió a presentarse ante mí. Mi entrecejo fruncido hizo presencia.