Capítulo 27

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Jennie 


— Deja de reírte— le susurré a Lisa intentando ser seria, pero no funcionaba.

— No puedo— balbuceó entre risas.

— Nos van a sacar.

Lisa puso su cabeza entre sus brazos sobre la mesa intentando ahogar las risas que escapaban de su garganta, estaba segura de que alguien se quejaría causando que nos sacaran de la biblioteca, se suponía que veníamos para leer el libro que la señorita Lia nos había dejado para una tarea, pero la chica no superaba la mancha de pasta de diente que yacía sobre mi blusa.

— Eres muy torpe, Kim—murmuró mirándome todavía con su cabeza en la mesa.

— No es la primera vez que me vez con una mancha— farfullé rodando los ojos.

— Es que ahora tiene más sentido.

— ¿Ah sí? — Eleve una de mis cejas—. ¿Cuál? — inquirí.

— Que me gusta alguien que se mancha con pasta— respondió cómodamente con una sonrisa lobuna en sus labios.

Desvié mis ojos de los suyos, el color rojo se estaba apoderando de mis mejillas, y quise ocultar mi rostro de la rubia. Detestaba que Lisa tuviera ese efecto en mí, con tan solo unas simples palabras podían ponerme de cualquier manera, hacía efecto y prendía todas las chispas que quisiera cuando fuera.

— Le contaré a mi psicóloga de esto— informó.

— ¿Psicóloga? — pregunté confundida— ¿Vas a psicología?

— Sí, obligación por parte de mi padre— murmuró.

— ¿Y cómo vas tus citas?

— Soo me aburre demasiado.

— ¿Soo? — cuestioné el nombre.

— Así le digo— arrastró sus palabras—. Pequeños detalles, pero no importa ella.

Lisa alzó su cabeza y se acercó lo demasiado a mí para que pudiera sentir su respiración. Estaba muy cerca que podía oler aún el aroma del rollo. En estos momentos me había acostumbrado tanto que lo podía soportar. Podría decir que se estaba volviendo mi olor favorito, quien lo diría, hace unos meses atrás lo detestaba.

Hizo rozar su nariz con mi oreja causando que me hiciera a un lado, pero eso no lo detuvo porque lo volvió a hacer ahora con una risita acompañada.

— No, basta— la regañe.

Ella hizo un ruido en forma de negación y se acercó una vez más susurrando algo que no pude entender. La miré directamente a los ojos seria. Ella cargaba una sonrisa arrogante con sus ojos verdes penetrando mis pensamientos.

Tienes novia.

— No hagas esto, no aquí. — Puse mis manos en su pecho intentando alejarla.

— ¿Por qué?

— Porque hay gente— expliqué.

— ¿Y eso que? — mofó encogiéndose de hombros,

No quería ser explícita, pero ella me estaba dando razones. Con una de sus manos me tomó de la nuca para volver a unir nuestros labios, esta vez, no me opuse o si quiera me alejé. Seguí el beso, sabiendo que estaba mal y exponiéndome a mucho.

Reaccioné al instante que la imagen de Rosé apareció en mis pensamientos y ejerciendo fuerza la alejé. Esta vez ella me miró con un rostro cansado, ¿ahora ella era la digna? Lisa sabía perfectamente que ante todos yo tenía novia, y claramente, ella no lo era. Dio un suspiro y miró a la nada con el semblante serio.

Caminos diferentes [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora