Caminos diferentes [Jenlisa]

Capitulo 9

Solo Jisoo estaba esperándome esta vez en la entrada.

— Buenos días Jennie, no, Rubyjane, toma— Me dio una cajita con yogurt de Fresa— Lisa me dijo que lo comprara y te lo diera

— Prefiero el de durazno— No lo recibí y seguí caminando

— Bueno, entonces me lo tomo yo— Camino tras de mi

Llegue al salón de clases y fui a mi lugar, Lisa aún no estaba ahí. Me recosté en la carpeta de atrás, lejos de la de ella, era temprano, casi no había nadie, la clase comienza dentro de media hora.

— Aquí estas— Lisa puse su fría mano en mi espalda, lo cual hiso que saltara del susto.

— ¿Qué te pasa? — Le pregunté.

— Nada, ¿Jisoo te lo dio? — Puso una mano en su nuca.

— Sí, pero no lo acepte, es raro que estés aquí tan temprano— Me voltee hacia el otro lado.

« ¿No que no le ibas a dirigir la palabra?»

Fruncí mi ceño.

— ¿Se puede saber que te hic...?— Se calló de un momento a otro, supongo que recordó lo que me hizo.

Se quedó callada, el profesor llego con otros 3 alumnos, estaban con vendajes por todas partes, su cara se me hacía conocida.

— Fue ella— Uno de ellos señaló a Lisa.

— Si— Afirmaron los otros dos.

— ¿Enserio? ¿Una mujer los dejo así? — Habló el profesor burlándose.

— JAJAJJA— Empezaron a reír todos.

— Enserio fue ella— Aseguraron.

— Bueno, guarden silencio todos, señorita Lisa usted ira a dirección— Ordenó el profesor.

— Mierda...— Dijo en tono bajo, se levantó con fastidio y salió del salón.

Ella llegó a la oficina del director, el pidió estar a solas con Lisa y que no hubiera nadie alrededor de la oficina.

— ¿No puedes estar sin meterte en problemas? — Preguntó el director.

— ¿Te da miedo que esté aquí verdad? — Se empezó a reír.

— Si sigues así, tendré que tomar medidas drásticas y enviarte al extranjero— Dijo seriamente.

— De tantos problemas que te doy, seguramente te avergüenzas de mí, por eso nadie sabe que eres mi padre, solo conocen a tu otra familia— Ella se acercó y puso ambas manos en su escritorio.

— No es eso— La miró seriamente.

— ¡Si lo es! ¡Nunca te perdonare!, solo tienes miedo de que me vean aquí contigo— Lisa golpeó con fuerza el escritorio.

— Solo no lo vuelvas a hacer, cubriré esto, esos alumnos están muy lastimados— Dijo.

— No te pedí que me cubrieras, te importan más todos ellos que tu propia hija— Salió de la oficina dando un portazo.

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Las clases ya habían terminado, Lisa no volvió a ingresar al salón. Igual ni la quería ver, es más, me iré para que no me encuentre. Subí a la azotea.

Al llegar, me quede embobada viéndola apoyada en las barandas mirando hacia el cielo.