Capítulo 13

57 6 0
                                    


Jennie


Lisa me miró apenas entré al salón de clases, derrochaba concentración y sumo cuidado con cada uno de mis movimientos, con sus brazos firmemente flexionados por detrás de su cabeza mientras su espalda se encontraba perfectamente apoyada al respaldo de la silla. Yo solté un suspiro y con la absurda idea me dirigí hasta su lugar, dejando caer mi mochila al suelo para luego sentarme. Lisa alzó una ceja, pero no mencionó nada. Llevaba una gorra color crema y medio coloreada y de alguna manera me pareció adorable, sus ojos resaltaban más con aquel color. Se veía pacífica sin abrir la boca para decir cualquier incoherencia, y es que ya en tan poco tiempo sabía que podía llegar a ser una completa idiota.

Me fijé bien que una chamarra de cuero cubría sus hombros y esta vez fui yo quien arqueó una ceja, un poco interrogativa y confundida, porque no estábamos en la época de frío, pero de alguna manera se le veía cool.

— ¿Por qué traes eso? — cuestioné, apuntado su gorra.

Lisa me dio una mirada con los ojos entrecerrados y se incorporó, uniendo sus manos apoyando los codos sobre el pupitre.

— Ocurrió un accidente con la lavadora— pronunció, separó sus manos y con una de ellas, bajó la parte que cubría su hombro, No pude evitarlo, solté una risa y ella negó varias veces—. Metí una camiseta roja que pintó de rosa las otras prendas.

— Jamás debes combinar la ropa de color con la blanca— indiqué aun riendo. Ella se encogió de hombros y mordió sus labios—. ¿Tu madre no te lo ha dicho? ¿Por qué la lavas tú?

— Haces muchas preguntas, ¿Ya te lo he dicho? — devolvió. Solamente asentí sin culpa alguna—. Y no, es la primera vez que lo hago. Mi madre salió de viaje, mi padre siempre está ocupado, tenía que ver por mí si no, ¿Quién lo haría?

— Tienes razón— sonreí y regresé mi vista al frente.

Me gustaba pensar en Lisa como una persona independiente. Me agrada la idea, tenía la idea de no necesitar la ayuda de nadie pero quizás para las tareas domésticas sí.

Todo estaba en silencio hasta que volvió a hablar.

— Necesitamos hablar sobre mañana— Pronunció suave y lento.

— ¿Para qué? — pregunté, girándome para mirarle a los ojos.

Ella se acercó a mí quedando a una distancia corta. Al ver mi confusión, ella rio con gracia.

— ¿Lo has olvidado?

— ¿Olvidar que?

— Lo has olvidado.

Lisa suspiró y dejó caer su espalda al respaldo de la silla nuevamente, arrastrándola hacia atrás para poder estirar bien sus largas piernas por debajo de la mesa. Su gesto cambio a una expresión seria. Hizo una mueca y pasó sus manos por su delicado rostro.

— Has prometido venir conmigo el sábado y el domingo, mañana es sábado— Me miró sin expresión

Recordé lo que le prometí.

— Cierto— asentí—. ¿Pretendes acordar y pasar por mí?

— No sabrás a donde llegar si te digo.

— ¿Es algún lugar de mal agüero? — Indiqué, queriendo obtener información sobre el lugar donde me quería llevar con ella a solas.

— No— respondió.

— ¿Cómo sé que es verdad? — pregunté.

— Kim, ¿Confías en mí? — preguntó.

— No— respondí, segura. No después de que lo que me hizo la última vez que fui con ella.

Caminos diferentes [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora