Caminos diferentes [Jenlisa]

Capítulo 16

Jennie

— Joder, mi cabeza ya no la soporto— Jisoo se volvió a quejar por décima vez.

Al parecer tenía resaca y no quería ver ni la luz del día. Sus ojos estaban cubiertos por unas gafas de sol, sus ojeras se apoderaban de su cara y, a pesar de que intenté ponerle un poco de maquillaje, no se ocultaban. Como era de esperarse me había regañado por haberme ido y dejarla sola sin avisar; según ella, me buscó hasta en el más mínimo rincón de la casa. No siguió, pues tan fuerte se volvió la jaqueca que decidió darle punto final a su propia discusión.

— Solo falta una clase, trata de no caer rendida al suelo— la animé, bromeando.

— Y es Sana, la maestra más estricta y molesta de la universidad— Dramatizó.

— ¡Hola, Jichu, Jen! — Jimin saludó en un grito golpeando la mesa.

— ¿Qué te ocurre, imbécil? — Jisoo gritó cabreada y apretó con sus brazos su cabeza. Ella odiaba que la llamaran así.

— Hola, Jimin— le devolví el saludo con una sonrisa.

— Creo que a alguien no se le quita la resaca imperdonable— el chico rio y lo apoyé—. Te vengo a avisar que el entrenador Eunwoo ha llamado a todo el equipo.

— ¿Ese hombre quiere matarme? No tengo humor para soportar sus gritos de mujer menopáusica. — Mi amiga levantó la cabeza.

— Al menos te has salvado de Sana— pronuncié en una risita por lo bajo.

— Prefiero arrancarme la cabeza antes de elegir entre ellos dos— gruño levantándose de la mesa—. ¿Me esperaras?

— Oh no, iré a otro lugar— murmuré apenada.

Y sí, iría con Lisa.

Había pasado casi toda la noche pensando sobre lo que me propuso.

Después de darle vueltas al asunto, decidí que lo mejor sería tratar de convivir con la chica. Desde el día en que habíamos cruzado palabras eso es lo que quería: saber más de ella a pesar de los insultos que me dirigía, la humillación que me hizo o lo grotesca e insípida que se comportaba. Sí, demasiado esfuerzo estaba haciendo al intentar amoldarme a sus cambios de humor. Lo peor de todo es que yo misma me contradecía. Este es el efecto Lisa.

— ¿Con quién? —Jisoo inquirió, sin quitar su cara de mal humor que se podía ver a kilómetros con un claro letrero: tócame, y lo último que verás y sentirás será mi puño en tu rostro.

— Con Lisa. — Mi voz sonó tan firme, transmitiéndole que todas las cosas que me dijera no me harían cambiar de opinión.

No iba a mentirle, de todos modos, lo iba a saber pronto, Lisa se lo contaría, aunque ahora están peleadas.

— Solo porque tengo una resaca de mil demonios no diré nada— Bufó con molestia.

— Oh vamos, no es culpa de nadie que a cada momento pelearas con ella, tú sabes que la chica no es mala— Jimin susurró haciendo que lo mirase extrañada.

— Cállate, Jimin, tu voz aumenta más mi dolor— mofó Jisoo.

— ¿Has intentado tomar una aspirina?

— ¿Tú crees que no? Me tomé la caja entera— gruñó.

Los dos siguieron discutiendo mientras se alejaban del lugar y sus voces se hacían cada vez inaudibles, dejándome sola en aquella mesa con una sola pregunta dando vueltas en mi cabeza: ¿por qué dijo eso Jimin?