Capítulo 15

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Jennie


— Esto es basura— susurré al instante que mis pies tocaron el suelo de aquella casa.

— Wow, te volviste una de nosotros, ya no eres tímida, sos más ruda— Habló Jisoo.

Me limite a rodar los ojos, entrando completamente con ella de su brazo, esquivando a todas las personas para poder llegar a donde fuese el destino que mi amiga quisiera.

— ¿Crees que haya venido? — Pregunté acercándome a su oído.

— ¿Lo dudas? Joder, Jennie— dijo irónica negando varias veces con la cabeza —. Saebyeok no se pierde estas fiestas, aparte nos invitó, para ser exactos, a ti. ¿Crees que no me he dado cuenta que solo me está utilizando para acercarse a ti? Pero realmente no me molesta mientras no te haga daño, claro.

Miraba a Jisoo con el entrecejo fruncido, no me esperaba que ella dijera aquello. Solía pensar que era muy ingenua con sus amistades, pero creo que estuve equivocada todo este tiempo. Después de todo yo soy la única ingenua porque no se me había cruzado por la mente de que eso podía ser una razón por la sorprendente amistad que se formó entre ellas dos.

Dejaba de concentrarme en todo y esperaba por Jisoo, a que se detuviese en algún lugar. A los minutos, llegamos junto a Suga y otros chicos.

Hoyeon nos invitó a una fiesta que habían realizado los integrantes de su equipo de baloncesto, al parecer para celebrar algo. No sé qué pretendían estos chicos al hacer fiestas en días de clases pero casi toda la universidad asistió y ni uno tenía cara de que les preocupase que mañana habría escuela.

Asistí por tres cosas: una de ellas es que Jisoo insistió en que la acompañara ya que no salía mucho y con lo estricta que era mi madre prácticamente, ella le rogó para que me diese permiso, la segunda tenía nombre y apellido: Lalisa Manobal, seguramente iría, ella no se pierde las fiestas grandes, y la tercera es porque Jung Hoyeon me invitó.

— ¡Esto está a reventar! — Suga alzó los brazos un poco mareado por el alcohol.

Podía contar la cantidad de vasos ingeridos con tan solo oler.

— No creo que haya solamente personas del instituto aquí. — Un chico castaño, de nombre Jin, opinó mirando a su alrededor—. Les recomiendo que no vallan al patio trasero, hay chicos vendiendo droga.

— ¿Droga? — pregunté incrédula recibiendo un sentamiento de cabeza por parte suya.

Por un instante, Lisa vino a mis pensamientos pero fueron borrados cuando Jisoo habló.

— No te separes, ¿Bien? — se dirigió a mí.

— Se cuidarme— refunfuñe.

— Tienes calle— dijo Jin.

Algunos rieron, pero la pelinegra me miró seria. Odiaba su sobreprotección, y todo eso por culpa de Lisa. Tendría que estar a su margen si quería salir viva de aquí.

Fue todo lo contrario.

Empezaron a platicar sobre cosas sin sentido, como los partidos, equipos, chicas y problemas que algunos tenían con sus novias o novios, comiéndose el tiempo tras vasos y más vasos con alcohol en ellos. Mi niñera ya perdería la cordura y sería yo quien cuidaría de ella, de eso estaba segura. Se sumergían en su plática y decidí dejarlos, probablemente Jisoo se daría cuenta dentro de una hora... o nunca.

Caminé entre todos los chicos y chicas que olían a alcohol, sudor, cigarrillos y, puede ser, a semen... ¿Acaso el semen tenía olor? Eliminé, en definitiva, aquella pregunta tan absurda y me concentré en mi camino; busqué la mesa donde había varios tipos de bebidas y decidí llenar mi vaso con un poco de ponche. Fresa, a juzgar por el color. Me apoyé en la mesa mirando al frente, sería parte de todo aquel grupo de chicos bailando si supiera bailar. Observé mi vaso por unos cortos segundos, los hielos chocaban entre sí creando pequeños movimientos en el líquido. Con esto podía confirmar cuán aburrida me encontraba.

Caminos diferentes [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora