—No que a usted le importe, claro —dijo la mujer que acababa de mostrarle la foto.
Tony apretó los labios. Le importaba, le importaba mucho. Pero no importaba que a él le importara. Él había provocado que un edificio cayera sobre su hijo, y ahora esta madre había tenido que enterarse de que la persona más importante para ella era un cadáver más en Sokovia.
—¡Señor Stark! —Tony dio un respingo. Se dio cuenta de que la mujer ya no estaba frente a él. Al darse la vuelta, se encontró con nadie menos que el jefe de defensa, el general Ross, quien portaba una expresión molesta. Tal vez no era la primera vez que le hablaba.
Tony se había perdido en su mente otra vez.
Eso ya no le había pasado en público desde que los vengadores se habían mudado a la torre con él.
—General Ross —habló con facilidad, la costumbre de ponerse una máscara y mostrar lo que otros esperaban ver de él, le era tan fácil y natural como respirar—, una sorpresa. ¿Vino a ver la presentación de la beca?
—Vine a verlo a usted, señor Stark.
—Me halaga —dijo, poniéndose los lentes obscuros que siempre cargaba consigo—, pero tal vez deba hacer una cita antes. Tengo una agenda ocupada.
—Vine a verlo sobre los crímenes que los Vengadores están cometiendo —Tony se congeló. Incapaz de pensar una respuesta adecuada. Ross aprovechó su silencio—. La alterada terrorista que trajeron de Sokovia hizo explotar un edificio lleno de inocentes.
Tony mordió el interior de su labio. Wanda había hecho ¿qué? Aun no regresaban de su misión, Steve aun no le había mandado el reporte. Pero si eso era verdad, era evidente que las noticias viajarían más rápido por otros medios. ¿Por qué Wanda había hecho eso?
No era que Tony tuviera una relación perfecta con ella. Cuando se encontraban las veces que Tony visitaba el complejo, había algo tenso. Tony se había enterado de que Wanda lo culpaba por la muerte de sus padres. Wanda sabía lo que había provocado en Tony al mostrarle aquel sueño. No dejaba de haber roces, pero Tony se llevaba más la impresión de que era como una adolescente en una etapa de rebeldía. No una terrorista como Ross acababa de llamarla. Debería haber una razón detrás que explicara el suceso.
Y, aun así, no cambiaría el hecho de que lo hizo. Así como Tony había creado a Ultrón. Las buenas intenciones se perdían si esos eran los resultados.
—La ONU dicta que debemos arrestarlos a todos —continuó Ross—, antes de que causen más estragos.
Tony frunció el ceño.
—No somos criminales. Ayudamos a las personas.
—Las personas que murieron en Nueva York, en Sokovia, o en cualquier otro lugar donde supuestamente ayudaron a alguien, no opinan lo mismo.
Tony apretó los puños, recordando a la madre que hace solo unos momentos lo había culpado de la muerte de su hijo.
Tenían razón.
—No pueden arrestarnos —señaló. Porque no permitiría que su equipo terminara en celdas. Ni siquiera Wanda. Llevaban todos esos años luchando por un bien común, no iba a dejar que su equipo cayera de esa manera.
—Podemos llegar a un acuerdo respecto a eso —dijo Ross, que se dio la vuelta. Tony entendió que esta era una invitación para que lo siguiera.
Inhaló profundamente.
Haría todo lo posible por mantener a su equipo a salvo.
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Steve se sentía agotado.
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Después de tu alma gemela
FanfictionTodas las personas buscan a su alma gemela. Saben que es algo especial y desean estar junto a la única persona que está garantizado siempre los amará. Todo el mundo cree que una vez que el nombre de su piel se completa vivirán un eterno felices para...