Tony tiene una cara pública.
Cualquiera lo sabe porque es justo eso, pública, la única faceta de él que el mundo conoce. La primera con la que se presentó ante Steve y que este detestó tanto.
Tony les sonreía forzadamente a algunas mujeres que Steve no conocía y para él era triste verlo así. No entendía cómo era que el mundo entero no se daba cuenta de lo falsas que eran esas sonrisas, como él mismo no lo había notado cuando recién lo conoció. Pero ahora que estaba acostumbrado a sonrisas sinceras donde sus ojos brillaban y las arrugas alrededor de sus ojos se hacían profundas, Steve quería que Tony dejara de fingir que en ese momento estaba feliz cuando lo único que de verdad pasaba era que usaba los músculos de su cara para levantar las comisuras de sus labios.
"Estoy por sobre todos ustedes" decía su lenguaje corporal y verbal lleno de sorna, burla y sarcasmo cada que alguien se acercaba, y en una fiesta concurrida incluso en un espacio tan grande como la sala común de la torre, eso era más o menos todo el tiempo. Mientras Steve recordaba las rabietas que Tony hacía en privado por considerarse a sí mismo el peor del equipo y la humanidad completa.
Bebía su whiskey con velocidad y el soldado debía apretar los puños y los dientes para no ir a arrebatárselo en frente todos ya que tiene grabada en su mente la imagen de un Tony en la sala común, en el taller, en la piscina y su habitación rodeado de botellas y latas de cualquier clase de alcohol, ebrio hasta la semi inconsciencia, maltratándose sí mismo. Sabiéndose la peor inmundicia de la humanidad, pensamiento que Steve no compartía, pero no sabía cómo quitarle. Diciéndole que quería dejar de serlo, pidiéndole que lo ayudara a dejar de serlo.
Gracias al cielo fue Pepper quien se acercó a él, toda sonrisas, y le quitó la copa de la mano con discreción. Tony lo notó, pero no la detuvo.
–Capitán. –Steve saltó un poco ante el repentino llamado y se giró a mirar a María Hill– ¿Está todo bien?
–Todo está bien. Lo siento.
–Parece que es un gran trabajo tener vigilado a Stark –le dijo ella señalando con su cabeza en dirección al genio. Steve volvió a mirarlo y lo vio reír con más sinceridad luego de que Clint le dijera algo. Steve reprimió sus deseos de sonreír. No sería normal, María creía que lo veía para mantenerlo controlado, no porque, de hecho, simplemente disfrutara el hacerlo.
–No es como crees.
–Claro que no. Debe ser peor.
Steve la miró apretando los labios. No le gustaba que señalaran a Tony de esa manera, pero ese no era el lugar para ponerse a discutir sobre qué era y qué no era en realidad Tony Stark. Además, su verdadero ser era algo que cada quien debía descubrir por sí mismo. Aún si Steve guardaba el deseo secreto de escribir un libro titulado "Todo lo que debes saber de Tony para darte cuenta de lo maravilloso que es" y desperdigarlo por el mundo, al final sería mucho mejor si cada quien lograba ver quien era de verdad.
Decidió mover su propio vaso como un gesto para apartar ese tema y tratar otro.
–Me alegra verte agente Hill. Sé que ahora trabajas en Stark Industries.
–Sí, lo hago. Y desde que S.H.I.E.L.D. cayó ya no soy "agente", solo llámame María.
Steve asintió.
–Creí que nos encontraríamos más.
–A pesar de que tengo una oficina bastantes pisos más abajo, Stark no me permite el acceso a los pisos superiores.
–Y sí que has intentado venir a visitar a tu amigo Steve ¿Verdad? –dijo Tony apareciendo de repente por detrás–. Nada me hace más feliz que bloquear tus accesos no autorizados, agente.
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Después de tu alma gemela
FanfictionTodas las personas buscan a su alma gemela. Saben que es algo especial y desean estar junto a la única persona que está garantizado siempre los amará. Todo el mundo cree que una vez que el nombre de su piel se completa vivirán un eterno felices para...