Después de tu alma gemela

Juntos

El último comentario que hice fue sobre Infinity War. Actualmente ya hasta se estrenó End Game.

No tengo nada qué decir en mi defensa.

De todos modos traigo el siguiente cap de esto porque me sigue gustando la historia y sigo teniendo todo esto planeado je.
Si alguien sigue por aquí, o está llegando aquí de nuevo o por primera vez, espero que les agrade :D

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–¿Crees que esta vez lo logremos? –preguntó Tony con una sonrisa mientras se recorría hacia atrás en la cama. Steve se movió también, siguiéndolo para alcanzar otra vez su boca y volver a besarlo.

Tony rodeó su cuello para profundizar el beso con una constante sonrisa en su boca.

A Steve le encantaba. Le encantaba que sonriera, le encantaba besar esa sonrisa y saber que sonreía por él. Le fascinaba sentir los brazos de Tony apretarlo, sus piernas rodearlo. Le encantaba meter las manos debajo de la ropa del otro y sentir su piel directamente con sus dedos. Besar otras partes de su cuerpo. Sentir ese aliento contra su piel.

Habían pasado dos semanas desde que habían ido a una habitación dispuestos a tener sexo. Pero si no habían llegado tan cansados de una misión que simplemente se iban a dormir a sus habitaciones, o Tony había desaparecido en su taller para hacer que J.A.R.V.I.S. se encargara de terminar la legión de hierro y de sus siguientes reparaciones. Las ocasiones que habían comenzado a recorrer ese camino, siempre terminaban interrumpidos de una u otra manera.

Ya se habían besado, mucho, mucho. Ya habían terminado sin playeras, ya se habían tocado un poco más. Pero realmente no habían terminado de recorrer ese camino.

Por eso el comentario de Tony, y por eso Steve probablemente hacía evidente que tenía un poco de prisa. Por mucho que tratara de decir que en esa ocasión ignoraría cualquier llamado solo para poder quedarse con él un poco más, sabía que ante la alarma más baja ambos se detendrían e irían a ver. Así que sí, él estaba un poco apresurado, colando sus manos debajo de la playera de Tony hasta sacársela.

Tony, por su parte se rió mientras Steve descartaba la prenda y se sacaba la propia. Él parecía querer tomárselo con tanta calma. Una parte porque sería la primera vez de Steve y a sus palabras, debía ser especial, y otra porque, Steve se había dado cuenta, parecía temer que una vez que lo lograran, sería la última vez que pudieran hacer eso, así que trataba de aplazar el momento, alargarlo y memorizar cada parte.

No sabía cómo darle seguridad, hacerle saber y entender que estaría allí para siempre con él. Tony volvió a jalarlo para besarlo, esta vez ambos podían sentir la piel del otro. Era una sensación agradable, caliente, excitante.

Steve desabrochó los pantalones de Tony y este sonrió aun más bajando una mano para ayudarle. Esta vez Steve se dejó llevar por el ritmo calmado que Tony se aseguró de plasmar en el beso, hizo hacer parecer como si una eternidad pasara justo en ese momento. De verdad le encantaba poder tenerlo así y ser capaz de hacer eso.

Cuando por fin decidió terminar de quitarle la ropa que le quedaba a Tony, toda junta de un jalón se quedó admirándolo un poco. Era la primera vez que lograba tener una mirada completa del cuerpo de Tony de esa manera. Y este, sabiendo perfectamente lo atractivo que era le hizo una mirada coqueta, levantando los brazos y abriendo con descaro las piernas.

–¿Te gusta lo que ves? –le preguntó.

Steve podía verlo todo. Desde su cabello desacomodado por las manos de Steve que no dejaban de pasar por ahí, su rostro enmarcado por su típica barba, sus ojos en ese momento dilatados por la lujuria, su pecho que conservaba una gran cicatriz en el centro donde en algún momento estuvo su reactor, otras varias cicatrices de peleas y experimentos que se esparcían por aquí y por allá en el resto de su cuerpo, aunque principalmente en sus brazos, sus piernas fuertes, y oh, justo su entrepierna que revelaba todo el deseo que sentía en ese momento.