Su rutina se vuelve fácil.
Levantarse, cambiarse, correr; por fin estableció una ruta y la recorre siempre antes del amanecer.
Mente en blanco.
Ducharse, cambiarse, viaje en la moto que consiguió de la paga de S.H.I.E.L.D por las misiones.
Mente en blanco.
Informes, entrenamiento, archivos, guías, repaso.
Ocupado.
Misiones, rescate, protección, extracción, recuperación, apoyo.
Ocupado.
Comer, más trabajo, estudiar el tiempo perdido, la nueva información, la nueva historia, los cambios en la política, en las ciencias, en el arte.
Con la mente llena de otras cosas. Hasta que puede ir a dormir.
Y las imágenes de Bucky en todas las formas atacan su cabeza otra vez.
Solo había dos cosas que irrumpían con su rutina. La primera y más agradable era cuando visitaba a Peggy. Ya había superado la extrañeza e incertidumbre de sus primeras veces, podía llegar con soltura y dedicarle una sonrisa. Ella a veces lo reconocía de inmediato y le hablaba como si siguieran en el 45, en otras ocasiones casi toda su visita era tratando de explicarle el porqué estaba con vida tantos años después, cosa que le repetiría hasta el final de sus días si era necesario. O solo lloraba. Y no se sentía incorrecto ni débil, no con ella.
Cada uno de los segundos con ella, fuera lo que fuera que hicieran, era lo único que llegaba a relajarlo, que lo dejaba ser Steve un poco más allá de su rutina diaria como soldado.
Incluso más que los momentos que dedicaba a ver o escuchar todo lo que le habían ido recomendando para ponerse al día con la cultura.
A veces, la otra razón por la que hacía algo más era porque Natasha lo llevaba con ella, no era ninguna clase de misión oficial a la que él estuviera obligado a ir, pero ella lo decía como si lo fuera, y siendo alguien que lo apoyaba tanto, simplemente aceptó. Aunque no entendía el cambio.
Antes era el doctor Banner quien iba a las instalaciones de S.H.I.E.L.D, ahora era ella quien iba a la torre. Tenía la ligera sospecha de que, como esa nueva tarea había comenzado después de los sucesos del mandarín, lo hacía para poder evaluar también a Stark ya que él no iría voluntariamente a ningún lado que ellos le pidieran.
La última vez que habían ido, recibidos por J.A.R.V.I.S, no sabía que sus anfitriones ni siquiera tenían idea de que habían llegado. Tuvieron que buscarlos en uno de los pisos de laboratorios de los cuales no estaba seguro de que tuvieran acceso o si acaso era buena idea que entraran en ese momento. Banner revisaba unos papeles volteando a ver constantemente unos precipitados y Stark rondaba a su alrededor hablando y siendo aparentemente ignorado por este.
Natasha le había hecho un movimiento con la cabeza. Mira a Stark, era lo que parecía significar.
En cuanto los notaron Banner apuntó unas cosas más con prisa y apagó el fuego de un mechero. Stark le dio una mirada a los químicos que se quedaban y fue tras el otro para recibirlos.
Solo un saludo rápido y Steve alcanzó a escuchar unas cosas mientras se alejaban los dos por los que se daba el encuentro.
–Hola otra vez, doctor. – hablaba Natasha con una voz suave. Su objetivo: generar confianza –. Podemos moverlo a otro lugar sin inconvenientes que lo alteren en cualquier momento que lo desee.
–Sí. No. Tony no es... – El científico se rascó la nuca, nervioso –. Solo quiere distraerse y estar con alguien. Como Pepper no está por el trabajo, soy su única opción.
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Después de tu alma gemela
FanfictionTodas las personas buscan a su alma gemela. Saben que es algo especial y desean estar junto a la única persona que está garantizado siempre los amará. Todo el mundo cree que una vez que el nombre de su piel se completa vivirán un eterno felices para...