-Aún no lo veo.Severus asintió con la cabeza, cerrando sus labios que habían quedado abiertos a media pregunta. Pregunta que siempre se repetía en las últimas semanas, por lo que Laurel ya no esperaba que lo terminara para contestar. “¿Viste a Harry?”, parecía ser el saludo habitual de todas las mañanas entre ellos.
>Hay esperanzas, Severus. Él no tiene el pensamiento de dejarnos, sino ya hubiera visto su futuro lejos de nosotros. Volverá.
Severus volvió a asentir. No le gustaban las esperanzas, ni nada que no fuera lo suficientemente firme a lo que pudiera aferrarse, pero la verdad era que no había nada más, por ahora sólo le quedaba la esperanza.
La esperanza de que todo estuviera bien. La esperanza de no haber cometido un error. La esperanza de que no hubiera sido demasiado tarde para hablar… La esperanza de que Harry los perdonara y volviera pronto con ellos.
Había sido un idiota, Severus lo sabía, tendría que haber visto las señales de que nada estaba bien, de que Harry no era el mismo de siempre... Bien, en realidad sí notó que su hijo no era el mismo, pero entonces pensó que simplemente era algo de la edad, la adolescencia no era algo fácil por lo que pasar. Más si acababas de enterarte que tus padres no eran exactamente tus padres.
Severus salió de la habitación sin decir nada a Laurel, dirigiéndose a la cocina para preparar una poción, cualquier poción, no importaba cual, lo único que buscaba era mantenerse lo suficientemente entretenido como para pensar en nada. No quería que su mente volviera a repasar una y otra vez todo lo que fue mal desde aquella madrugada que encontró a su hijo junto al cuerpo sin vida de Maca en la cueva del Monte Greylock…
******Severus se había quedado paralizado por unos segundos luego de lo dicho por Harry, ¿cómo sabía que su verdadero nombre era Harry Potter? ¿Cómo había podido enterarse de algo así? Pero entonces la respuesta le llegó fácilmente al volver su vista nuevamente al cuerpo inmóvil de Maca, ¿ella se lo había revelado? ¿Y Harry la había…?
No, eso era imposible, Harry jamás haría daño a nadie, su hijo no admitía ningún tipo de violencia, estaba más allá pensar que apuñalaría a su propia tía con un abrecartas.
Todo esto era una maldita locura, pensó Severus, intentando acercarse a su hijo, pero a cada paso que daba hacia adelante, Harry daba dos hacia atrás, hasta que terminó chocando contra la pared de la cueva, los ojos verdes y temerosos fijos en él.
-Harrison, tranquilo. Déjame explicarte.
-No –susurró Harry, deslizándose contra la pared para separarse de él –No quiero.
Severus no se animó a tocarlo, era evidente que el chico estaba aterrado, no lograría nada si lo forzaba, pero sabía que debía sacarlo de allí. Debía sacarlos a ambos, se corrigió mirando hacia el pequeño cuerpo de Laurel, deseando poder ir a comprobar si aún estaba respirando, pero temeroso de que, si se alejaba, Harry terminara escapando de la cueva. Y, tal vez, nunca más encontrándolo…
-Harrison, mira, tu hermanita necesita ayuda. Tu tía Maca necesita ayuda. Tenemos que ir por alguien –intentó razonar, extendiendo una mano hacia el chico aterrado.
Harry no lo tomó, de echo pareció que incluso estaba intentando retroceder aún más. Cosa inútil si se tomaba en cuenta que ya estaba prácticamente incrustado en la pared.
-Harrison, por favor…
- ¿Severus?
Laurel se asomó por la abertura de la cueva, su rostro un tanto desencajado decía claramente el miedo que estaba sintiendo. Y que muy posiblemente había llegado hasta allí corriendo, como él.
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ADA(O)PTARTE
FanfictionLa vida de Severus Snape termina siendo unida a la de Harry Potter de una manera por demás extraña y poco ortodoxa. ¿Quien hubiera creído que llegaría a él como un regalo "para mejorar su humor" en medio de la noche?