¿Cómo podía describir lo que sentía? En realidad, no había tenido que vivir nunca nada tan malo en su vida como para poder compararlo. Salvo, tal vez, cuando creyó que tía Sybill le había mentido con respecto a que tendría una hermanita. Ese día había sido totalmente angustiante, no le gustaba que le mintieran, y creer que lo había hecho justamente una persona en la que confía mucho, lo había dejado descolocado… Pero no, ni siquiera ese día se podía comparar con lo que estaba viviendo en este momento. Sus padres le habían engañado, haciéndole creer por mucho tiempo algo que no era verdad, y eso simplemente no tenía comparación con nada.Estaba enojado con ellos, pero sobre todo se sentía traicionado, por eso decidió ya no hablarles, o siquiera verlos, si podía evitarlo. Su hermanita Tamy no entendía el motivo de su alejamiento, por lo que le había preguntado más de una vez, pero se sentía incapaz de explicárselo, ¿cómo hacerlo si ni él mismo estaba muy seguro de nada? Sólo sabía que no era hijo de sus padres… de Laurel y Severus, se corrigió internamente… Ellos no le habían dado muchos detalles de cómo había ido a parar a sus manos, si es que sus padres no lo quisieron, si habían muerto, o estaban incapacitados; y si era sincero, él mismo no se había sentido capaz ningún tipo de explicación, haciendo que todo el mar de confusión se hiciera cada vez más grande e insalvable, separándolos sin remedio.
-Esto no cambia nada, tú eres nuestro hijo. Siempre serás nuestro hijo.
Harry había querido poder creerle a su mamá, pero sabía que esto, en realidad, lo cambiaba todo.
Y si a eso le sumaba lo que había sucedido en la cueva del Monte Greylock, se volvía mil veces peor en su cabeza.
El Monte Greylock era algo que, aun hoy, después de cuatro años de sucedido, todavía le daba pesadillas. Su tía Maca no había sido muy cercana a él, de hecho era una persona que lo confundía, incluso actualmente. Siempre se preguntaría por qué decidió hacerle partícipe (justo a él que no contaba con más de doce años entonces) de algo así, aun cuando, en el fondo, por alguna razón sabía que nadie más podría haberlo hecho. Nadie más que él tendría que haber acabado con… lo que fuera que había estado enfermando a su hermana y que su tía Maca se había sacrificado para eliminar.
Nunca había podido hablar con nadie sobre ese hecho, al comienzo porque no podía recordarlo, ya que lo caótico de toda la situación terminó creando muchos “baches” en su memoria, dejándole con pequeño fragmentos, como unas galletas de chocolate y haber saltado por una ventana, nada de lo cual tenía mucho sentido. Su tío Nathan le había explicado, tiempo después, que eso se debía a un proceso normal, en la que su propia mente intentaba protegerlo de cosas a las que no podía hacer frente. Harry, en ese momento, había deseado seguir en él y no tener que enfrentarse a la nueva información de saberse engañado por sus propios padres. O las personas que había considerado sus padres. Tiempo después, al fin pudo reconstruir toda la noche, junto con el plan de su tía Maca, pero como entonces también estaba lidiando con el hecho de enterarse que sus padres no eran exactamente sus padres, no estaba del todo bien para nada más; aun cuando varias personas (“sus padres”, “sus abuelos”, “sus tías”, incluso hasta algunos aurores del Ministerio) se habían empeñado en preguntarle para saber qué fue lo que sucedió verdaderamente en esa cueva, simplemente se amparó en sus “lagunas mentales” para seguir haciéndose el desentendido cada vez. Al fin, esa fue la primera vez que empezó a sentir que este era un secreto que quedaría entre su tía Maca y él. No podía sencillamente arriesgarse a que también descubrieran que él era, en realidad, Harry Potter. No, al menos, hasta que estuviera completamente seguro de qué haría con esa información, o siquiera si era verdadera.
Saberse adoptado ya supuso un duro golpe en esa su realidad que siempre había visto como tan apacible. Saber que era Harry Potter, un niño dado como desaparecido (posiblemente muerto) cuando no contaba con siquiera dos años de edad, después de que sus padres fueran asesinados por un Mago Oscuro… Habría desquiciado a más de uno.
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ADA(O)PTARTE
FanfictionLa vida de Severus Snape termina siendo unida a la de Harry Potter de una manera por demás extraña y poco ortodoxa. ¿Quien hubiera creído que llegaría a él como un regalo "para mejorar su humor" en medio de la noche?