The way you love me ||Kim Namjoon||

Capítulo 9

Kim Namjoon

Al llegar a la estación de Seúl tomé un taxi hasta mi casa y durante el camino le escribí a mi amigo Jimin que es policía, para que vaya a asustar a los chicos y que termine la fiesta de una vez por todas.

No podía interrumpir la fiesta yo, porque sería muy raro que su profesor; en primer lugar, sepa la dirección de su alumna y segundo se meta en asuntos que no le incumben.

Al llegar a casa ví a Jimin junto con su colega, sacando a todas a las personas y cuándo finalmente mi hogar quedo totalmente vacía de intrusos, él se acercó a mí.

—Que bueno verte Namjoon, llámeme si necesitas otro favor—dijo Jimin con una sonrisa.

—Muchas gracias, te debo una.

—No te preocupes, todo por mi amigo de la infancia—dijo y me sonrió.—Suerte con tú esposa.

Nos despedimos, entre a casa muy preocupado en busca de Seori, por suerte no fue muy difícil, ya que la encontré ebria tirada en el sofá de la sala, es más no me reconoció la primera vez.

—¿Te conozco?—preguntó y me miró detenidamente—no lo creo, voy a gritar y la policía vendrá.

—Han Seori, soy yo Kim Namjoon tú esposo, tranquila—dijo y ella sonrió.

—Es verdad, tú voz es tan linda esposito—dijo y río por el estado de ebriedad en el que se encuentra.

Ella se iba a levantar pero se tambaleó y volvió a caer en el sillón, así que la tomé con cuidado en mis brazos para llevarla cargada hasta su habitación.

—Sabes te odio, quiero vivir con Jungkook—dijo y me molestó su comentario, pero no puedo culparla, está ebria.

—¿Por qué quieres vivir con él?—pregunté.—A mi lado lo tienes todo.

—Tal vez él tenga un apartamento pequeño dónde apenas cabe solo una persona pero ya no tendría que verte.

—No puedes irte con él porque eres mi esposa y punto final—dije enojado.

Me incliné para dejarla en su cama con delicadeza, me iba a dar la vuelta para irme a mi habitación, pero ella me detuvo tomando brazo y me miró.

—¿Entonces puedes dejarme tener un novio?—dijo y me miró.

—No puedes Seori, al menos no por ahora, primero se tiene que terminar nuestro matrimonio—dije y ella se sentó en su cama algo exaltada.

—Entonces ámame Namjoon, sabes trate de olvidarte pero no puedo y me siento como una tonta, porque jamás vas a sentir lo mismo por mí—dijo con algo de frustración.

—No sabes lo que dices es mejor que descanses, hablaremos mañana—dije tratando de calmarla.

—Claro que sé lo que digo, me gustas tanto Namjoon, demasiado—dijo y se iba a levantar pero se lo impedí y ambos caímos en su cama.

Estaba encima de Seori, por suerte había utilizado mis brazos para no aplastarla, ella paso sus manos por mí rostro.

—¿Por qué no me amas?—preguntó y me besó con mucha pasión.

Yo no pude negarme, si ella supiera todo lo que me hace sentir y lo que provoca cuando siento su tacto, no estaría haciendo esa pregunta.

—Seori, pensé que me odiabas—confesé.

—Odio lo que siento por tí, porque un día siento que me odias y al día siguiente me besas, ¿a caso eres bipolar?—preguntó molesta.

—Seori, no soy bipolar, sabes perfectamente lo que siento por tí—le dije mientras veía sus hermosos ojos.

—No lo sé Kim Namjoon, ¿te gustó o no?—me reclamó.

—Me gustas mucho Seori—dije y la volví a besar.

La pegué un poco más a mi cuerpo y fuimos profundizando al beso, hasta que me dí cuenta que no podemos hacerlo, ella no está totalmente consiente.

—No podemos, mañana hablaremos concientemente de esto, ahora me iré a mi habitación.

—No te vayas, quédate a mí lado, duerme conmigo aunque sea solo está noche—dijo y acto seguido me acosté a su lado.

Ella puso su cabeza en mi pecho y me abrazo con mucho cariño, para mí parece un sueño del que despertaría a la mañana siguiente.

—Namjoon, debo decirte algo —llamo mi atención.

—Dime lo que quieras—dije y la miré.

—Ya no quiero vivir con Jungkook,  cambie de opinión—confesó de repente.

—¿Hablas en serio?—pregunté felíz.

—Sí, quiero quedarme con mi esposo—dijo y cerró sus ojos.—Te quiero Nam.

—Yo también quiero quedarme contigo, te quiero Seori, mi dulce esposa—dije y le dí un beso en su nuca.

Ella poco a poco fue cerrando sus ojos, hasta que se quedó completamente dormida, me iba a levantar pero ella se aferró más a mí y no quise despertarla.

Aunque debo admitir que tampoco quiero irme de su lado, ya que estoy tan cómodo, sintiendo el calor de su cuerpo mientras me rodea con sus brazos.

Debería estar enojado con ella, pero no puedo, menos cuando estamos así de cerca.

Sé que probablemente ella no recuerde nada, pero yo siempre recordaré esta noche como; la primera vez en que me dí cuenta de que estoy completamente enamorado de mi esposa, Han Seori.