Capítulo 35

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Han Seori

Un día después

Acabamos de llegar a casa, luego de haber firmado el divorcio, ambos nos sentamos en el sillón de la sala y nos vimos a los ojos, sin poder creer lo que habíamos hecho.

—Voy a empacar mis cosas y me iré—dije y cuando me iba a levantar del sofá él me detuvo.

—Seori, no, quédate aquí al menos ésta noche, por favor—dijo triste.

—Namjoon, si me quedó otro día más, te hará daño, lo mejor será irme hoy mismo—dije a punto de llorar.

—No entiendo, por qué me hiciste firmar el divorcio, si todavía existe amor entre nosotros—dijo Namjoon.

—Necesito tiempo y tú también, ve a New York, se profesor allá, cumple tus sueños, mientras tanto yo volveré a encontrarme a mi misma—expliqué.

—Al menos puedes decirme en donde planeas vivir, si quieres yo me voy y tú quédate aquí—propuso pero yo me negué.

—No te preocupes estaré bien, además este lugar me trae muchos recuerdos, no podría quedarme aquí, aunque quisiera—confesé.

—Me odio, si te hubiera escuchado, tú seguirías embarazada y nos hubiéramos vuelto a casar—dijo Namjoon al borde de las lágrimas.

—No existe el hubiera, lo que empieza mal, termina mal, nosotros desde un principio peleabamos mucho, pero me quise convencer de que esto iba a funcionar—dije con lágrimas en los ojos.

—Seori, sé que al principio fui muy estricto contigo, pero poco a poco, tú derretiste este corazón de hielo—dijo y puso mi mano en su pecho.

—Namjoon, entiéndeme, a pesar de que te amo con todo mi ser, siempre me sentí como una prisionera en esta casa—admití.

—Aquí tienes todo, hasta tenías un chófer pero preferiste cambiarlo por tú bicicleta, porque  siempre quise que a mi esposa no le falte nada—explicó.

—Y te agradezco, pero lo único que quería era ser feliz con la persona que amo y yo no pude tenerlo—confesé—cuando vine aquí en lo único que pensaba cada día, es que Jungkook pronto me sacaría de aquí.

—Él siempre te gusto, ¿dime te irás con él?—yo negué.

—Pensaba irme con él, pero no lo haré, necesito un nuevo comienzo lejos de todo, después de esto no volverás a saber de mí, con permiso—confesé y subí a mi habitación a empacar mis cosas.

Subí a mi habitación, tomé algunas cosas que todavía estaban en mi armario y las guarde en una maleta. Sin darme cuenta, la noche llegó, así que al terminar con todo, me acosté y mire el lugar una vez más.

A partir de mañana ya no volvería aquí, nunca más, por fin voy a empezar de nuevo. A pesar de que en el fondo me siento triste, me siento feliz porque así podré sanar todas mis heridas.

—Seori, ¿puedo pasar, por favor?—preguntó Namjoon detrás de la puerta.

—Adelante, ¿cómo te puedo ayudar?—pregunté levantándome de la cama.

—Quiero pedirte algo, aunque pensándolo bien, mejor olvídalo —dijo y cuando se iba a ir lo detuve.

—Dime, es decir, si quieres, no tengas miedo—dije y él suspiró para llenarse de valor.

—¿Puedo pasar una última noche contigo?—preguntó tímido.

—Si lo hago, te dolerá más mi partida, no quiero herirte más—dije y me acercó a él.

—Ya estoy lo suficientemente herido, solo necesito sentirte una última vez—dijo y me dió un beso apasionado al cuál no me negué.

Nos separamos y lo alejé de mí, no es correcto lo que estamos haciendo, él ya no es más mi esposo, además acabamos de separarnos.

—Debo descansar, buenas noches—me acosté en mi cama y me dí la vuelta

—Seori, por favor, solo déjame dormir contigo una última vez—dijo y se sentó al borde de mi cama.

—Está bien, ven aquí—dije y le hice un espacio en mi cama.

Él me abrazó y empezó a besar mi cuello, no pude seguirme negando, si es lo que él quiere está bien, se lo daré por última vez.

Lleve sus manos a los botones de mi blusa de pijama, los desabrochó hasta que se deshizo de ella y empezó a besar mi hombro izquierdo, mientras yo seguía de espaldas.

—Ay nena, nunca encontraré a una mujer cómo tú—dijo y me dió la vuelta para verme.

—Me encantas Namjoon, demasiado—dije y me puse encima de él.

Le quite su camiseta blanca que usualmente usa para dormir, toqué su pecho y repartí besos en toda esa zona.

—Voy a disfrutar de nuestra última noche juntos—dije y empecé a besar su cuello dejando marcas.

—Te prometo que no olvidarás está noche—dijo y en un ágil movimiento me puso abajo de él, para quitarme el resto de prendas.

Él beso cada parte de mi cuerpo, hasta que entre caricias se deshizo de su ropa interior y entro mí, yo solo solté un fuerte gemido.

—¿Te gusta nena?—asentí con la cabeza.

Namjoon se empezó a mover de manera rápida dentro de mí, provocando que sintiera una oleada de placer.

Así pasamos toda la noche; haciendo el amor mientras para demostrar lo mucho que nos íbamos a extrañar, hasta finalmente caímos exhaustos

Una vez que ví que él estaba profundamente dormido, me levanté de la cama, me bañe, me vestí y me arreglé.

—Adiós mi amor, siempre te recordaré, no me odies, por favor—susurré y deposité un pequeño beso en su frente.

Dejé una carta en la almohada para que la viera al despertar, por último tomé mi celular, pero no sin antes romper la tarjeta SIM en mil pedazos, no quería que nadie me rastree.

Eventualmente les diría a dónde me fuí, pero por el momento no puedo, necesito desaparecer por completo.

Saqué mi maleta del armario y baje las gradas sin hacer ruido para no despertar a mi ex esposo. Antes de irme también le dejé una nota en la refrigeradora a la señora Yoo, agradeciéndole por cuidarme todo este tiempo.

Ví por última vez la casa que había visto crecer mi amor por Namjoon y salí a tomar un taxi para dirigirme a mi nuevo hogar, donde iniciaré una nueva etapa de mi vida, lejos de él.

The way you love me ||Kim Namjoon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora