Capítulo 27: Séptimo mes en soledad

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*Capítulo 27: Séptimo  mes en soledad*

 

(GREG)

¡Maldita sea! Esta tipa es realmente insoportable, desde que me besó a la fuerza en el parque no deja de llamarme, dejarme mensajes y acosarme. No tengo ganas ni de salir a la calle. Me aborrece demasiado, solo quiero ver a Silvia y pasar un rato agradable con ella, como amigos claro.

De verdad que no entiendo nada de nada ¿Por qué Isabel se empeña en buscarme si sabe que quiero a Silvia? Además, la excusa de que, pudiese ser que me “quiera” es realmente imposible dado que me usó a su antojo anteriormente. No la entiendo, pero me no interesa entenderla, sólo quiero que me deje en paz, si cree que voy a caer en su red de nuevo de volvió loca, mi corazón es de Silvia, de ella y sólo de ella…

(CRISTIAN)

Tenía que hablar con Silvia, debía disculparme por mi comportamiento del otro día. No me comporté bien, lo asumo y me arrepiento de ello profundamente. Me dejé llevar por mis sentimientos y me comporté como un idiota, sí, eso mismo, un gran idiota.

Cogí el álbum de pelusilla azul cielo y sonreí. Pasé varias páginas y me paré dónde salía él, como lo echaba de menos. Me gustaban más que nada estas fotos, porque se apreciaba mejor nuestro parecido. Iguales, completamente iguales… Aunque espero que Silvia no se haya fijado en tal cosa.

Aún recuerdo cuánto lloré aquel  día, lo mucho que le pedí a Dios que me llevase a su lado, pero no, no me hizo caso, y todo para poder conocer a Silvia, enamorarme de ella y tener que resignarme a que ella no siente nada por mí. ¿Qué más podía hacer? Nada, sólo fastidiarme y alegrarme por ella al verla feliz. Debía velar por ella y apoyarla siempre. Aunque parezca conformista, con eso me basta para ser mínimamente feliz.

(SILVIA)

Busqué un pijama en el armario, me lo puse y me acosté en la cama, estaba muy cansada, todo había cambiado bruscamente en cosa de dos días y mi estado de ánimo no es el mejor. Miré mi móvil varias veces y comencé a jugar con él. ¿Llamaba a Cris o la llamaba mañana? Tal estuviese ocupada, o con Fer o durmiendo… Suspiré y puse el móvil en la mesita.

Decidí meditar un rato sobre mi situación… ¡Aaah, es imposible! Estoy preocupada por Nico, no debí dejarlo marchar, no debí… Ahora sí, es oficial, no lograré dormir hasta que vea a Nico entrar por esa puerta.

Metí mi cabeza bajo las sábanas y cerré los ojos, imaginé  una tarde cálida en Miami, con el sonido de las olas inundándome por completo. La fina arena de la playa se filtraba entre mis pies, era cálida y suave, el sol quemaba mi piel, los graznidos de las gaviotas me hacían sentir…

-¿Eh, qué?-dije sobresaltada saliendo de la cama y cogiendo mi móvil a toda velocidad-¿Sí, quién es?

-Ay que ver… ¿pasamos unos días sin hablar y ya te olvidas de tu mejor amiga?-me dijo Cris soltando una carcajada, suspiré decepcionada por un lado y emocionada por otro. Decepcionaba porque llegué a pensar que tal vez era Nico, y emocionada porque al fin podría hablar con Cris.

-¿Qué dices? ¡¿Cómo me voy a olvidar de ti?!-dije alzando una ceja.

-Vale, vale… Te llamaba para que… bueno ¡Pues para que hablemos chica, te has desaparecido estos días!

-Ey, frena… que tú no me hayas visto no quiere decir que no haya salido ¿eh? ¡Malas personas! Me enteré que fuisteis a ver a Cristian y…-tragué saliva al recordar lo de esta mañana, Cris carraspeó.

Embarazada a los 16 (Editando...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora