Capítulo 31: De nuevo en casa; No es posible...

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*Capítulo 31: De nuevo en casa; No es posible...*

(CRISTIAN)

Miré cómo Silvia lloraba en el hombro de Nico mientras este la abrazaba sin ser correspondido. Me dolía verlos juntos, a pesar de que sólo quiero lo mejor para Silvia el simple indicio de que ella lo ama a él y no a mí hace que mi corazón de haga más pequeño, que me falte el aire y que inconscientemente cierre los ojos en busca de una salida que me saque de esta encrucijada. ¿Luchar por ella o dejarla libre? Poco podía hacer ya… si al menos tuviese una pequeña esperanza yo…

Cris se acercó a mí por detrás y me sonrió.

-¿Vamos a dar una vuelta en lo que aquellos dos hablan?-dijo con voz dulce, asentí cabizbajo. Mis ganas de ir hacia Silvia y besarla pasase lo que pasase después eran enormes, pero no, ella ya ha trazado su camino y por desgracia, yo sólo soy la piedra que la obstruye para llegar hasta su flamante caballero.

Seguí a Cris con la vista  fija en mis zapatos, las manos entre los bolsillos y dejando que la gente me esquivase para no chocarse conmigo. Me dolía tanto no poder hacer nada para ganar mi propia felicidad, es decir mi felicidad es Silvia pero sé que ella no sería feliz conmigo. Cualquiera que escuchase mi historia me diría “¡Olvídala!” pero eso es imposible, es cómo pedirle  a un gato que agache las orejas, que no te arañe si le intentas hacer algo malo. Simplemente imposible, ella ha iluminado mi vida, me ha hecho encontrar en buen camino haciendo que olvidase todo aquello que un día me hacía sentir vivo.

De repente choqué con alguien y salí de mi mente para quedarme aturdido unos segundos.

-¡Oh lo siento!-dijo una voz muy dulce mientras se agachaba y recogía una maleta que estaba en el suelo.

Me agaché rápidamente y cogí otra que estaba a su lado. ¿Por qué llevaría dos maletas? Me fijé en la chica y vi que me sonreía mientras le daba de nuevo sus cosas. ¡Era hermosa! Tenía una larga cabellera castaña por media espalda, y unos ojos castaños claros centelleantes. Me quedé mirándola varios segundos y Cris soltó una breve carcajada. ¡Cris! Me había olvidado de ella.

-No pasa nada yo…-dije algo nervioso. Sólo me faltaba que Cris se ponga paranoica con esta chica a la que ni siquiera conozco.

-¿Podría hacerte una pregunta?-me dijo con una expresión preocupada-¿Has visto pasar corriendo a una chica un tanto bajita castaña de ojos marrones? Es que es mi prima, salió muy feliz del avión porque venían sus amigos a recogerla y la perdí de vista. Cómo no soy de aquí estoy más perdida que una aguja en un pajar-suspiró y me miró inquisitiva. Cris se puso a mi lado.

-¿Una chica? ¡Me encantaría ayudarte! Por cierto, soy Cris, amiga de este chico que tienes enfrente-soltó una carcajada y sonrió-¿Cómo te llamas?

-Karina-sonrió la morena mostrando su perfecta dentadura.

-Bonito nombre-Cris se quedó callada unos instantes y miró a su alrededor- ¿Podrías darnos más detalles de tu prima? Cómo iba vestida, si llevaba algo en la mano que la diferencie…

-¡Sí!-Karina abrió los ojos como platos y sonrió- está embarazada, de unos ocho meses y medio-sacó su móvil y nos lo mostró-Mirad, es esta chica de aquí.

Abrí los ojos como platos y crucé miradas con Cris. ¡Era Silvia! ¿Acaso Karina era la prima que Silvia tiene en Miami?

-¡Kar! ¿Has encontrado a Silvia ya?-preguntó otra chica; rubia de ojos marrones, colocándose al lado de Karina y mirándonos a Cris y a mí extrañada.

-Pues no, pero estos chicos me están ayudando-sonrió y nos miró de nuevo-¿La habéis visto?

-Cristian… dime que no estoy loca y esa chica que está en la foto es Silvia-Cris tenía la vista fija en la foto. Karina y la rubia nos miraron boquiabiertas.

Embarazada a los 16 (Editando...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora