Embarazada a los 16 (Editando...)

EPÍLOGO~

EPÍLOGO ~

 

 

(SILVIA)

Gruesas lágrimas se deslizaban por mis mejillas estropeándome el maquillaje una vez más. ¡Si es que esto no puede ser cierto! Todo es tan… tan…

-¡Oh! ¡Esto es tan frustrante!-suspiró Cris cogiendo por enésima vez el delineador negro, el rímel y el colorete.

-Lo siento…-musité avergonzada.

Vale, me estoy pasando, lo sé, no debería estar llorando pero es que no puedo evitarlo. Soy demasiado feliz, no sé por qué motivo, no puedo expresarlo riendo, no, tengo que llorar, sacar mi euforia de la forma más sarcástica existente.

¿Ser feliz y expresarlo llorando? Suena irónico.

-No te preocupes cariño, es normal que estés nerviosa y feliz al mismo tiempo-mi madre pasó por mi lado y la miré sonriente.

¡Estaba hermosa! Con  su nuevo corte de pelo y con el pelo teñido a un castaño más claro que el suyo propio. Un vestido entre verde y azul oscuro de un solo tirante unido al resto de la tela con un broche  de un águila.

Y Cris… ¿qué decir de ella? ¡Siempre está preciosa! Pero tengo que reconocer que el vestido que lleva la hace destacar. Es azul clarito con destellos dorados, por la rodilla y palabra de honor, adornado con un lazo enorme en la zona del pecho. ¡Simplemente espectacular…!

Y yo… bueno…

Me sonrojé al instante sin querer, llevo tanto tiempo con Nico, seis años exactamente, contando los cuatro que estuve en coma, claro; y aún no me hago a la idea de que estoy vestida de blanco, con un vestido hermoso, preparándome para casarme con él.

-Si… lo sé mamá… pero es que aún no me hago a la idea, me parece que todo va demasiado bien, no sé…-bajé la mirada al suelo y suspiré.

Cris dejó de limpiarme el maquillaje corrido de la cara y tanto ella como mi madre me miraron serias.

-Silvia, escúchame bien-Cris se agachó y me cogió las manos-tú ya has sufrido mucho, has pasado por muchas cosas horribles, asique, no debes pensar que todo te va a salir mal siempre-me sonrió y se levantó de nuevo-hoy será el mejor día de tu vida, asique no te rayes y disfrútalo.

Tocaron a la puerta y mi madre fue a abrir sonriente mientras Cristina seguía con mi maquillaje.

 Cerré los ojos para que me echase la sombra.

¡Sí, tienen razón! No debo mortificarme con mi pasado, debo vivir el presente con mi familia. ¡Esta vez sí que lo conseguiré! No tengo enemigos, tengo a Nico y a Iván, a mis padres, mis amigos, no  más mentiras, no más engaños, no más dolor.

-Estás impresionante…-la voz de Cristian me hizo abrir los ojos rápidamente.

Se veía sorprendido, con la misma expresión que tenía él en el rostro, son tan parecidos, tan iguales, tan…

Iván iluminó su cara con una sonrisa radiante y se removió en los brazos de su padre para que lo dejase bajar.

-¡Mami! ¡Estás muy,  muy bonita!-llegó corriendo hacia mí y frenó a tan solo unos centímetros.

Le sonreí tiernamente y me incliné para besar su pequeña cabecita llena de rizos dorados.

-Muchas gracias cariño-dudé unos instantes mientras él sonreía-¿por qué no te acercas más?

Iván se movió nervioso y negó con la cabeza.

-Es que no te quiero manchar el vestido mami-frunció el ceño graciosamente.